Los propietarios de los bares de La Madrila, especialmente los situados en la plaza de Albatros y alrededores, aseguran que el sector ha entrado en una "grave crisis" desde la aplicación de los horarios de cierre, en octubre del 2002. Los hosteleros consultados ayer por este diario afirman que el 60% de los locales de copas tienen algún tipo de embargo ante la dificultad de afrontar los pagos a los proveedores de bebidas y a los arrendadores de estos establecimientos, cuyo alquiler mensual oscila entre los 2.100 euros (350.000 pesetas) y los 3.000 (500.000 pesetas).

"Hay compañeros que tienen problemas para seguir adelante y temen la quiebra. Hemos perdido una media de 48.000 euros por local (8 millones de pesetas) desde que se produjo esta situación. Los ingresos se han reducido al 40% y no llegamos a cubrir gastos. Las deudas se acumulan", explicó un hostelero de La Madrila.

COMIENZA EL HORARIO ESTIVAL

El 1 de junio entró en vigor el horario de verano de estos establecimientos, regulado por la Orden de septiembre de 1996 de la Junta. Los bares podrán abrir hasta las 2.30 los fines de semana, los bares especiales hasta las 3.30 y las discotecas hasta las 5.30.

Sin embargo, la noticia no parece alentar a los profesionales de la movida cacereña. "El cambio apenas nos beneficia porque en esta época los estudiantes se marchan y el público se queda en las terrazas hasta altas horas", indicó un hostelero.

Algunos locales de La Madrila baja parecen dispuestos a instalar sus propias terrazas para aprovechar las posibilidades de la temporada estival.

Los propietarios de los negocios volvieron a formular ayer una propuesta a las autoridades: "Todo se solucionaría con un incremento adecuado del horario de cierre, por ejemplo hasta las 4.30 de la madrugada en invierno para los bares especiales, 5.30 en verano", señalaron. Si les concedieran este margen aseguran que lo acatarían a rajatabla, "porque sería bueno para nuestros intereses". "Si algún local no lo cumpliera, que se atuviera a las consecuencias. Pero seguro que la mayoría estarían satisfechos con un horario así", añadieron.

En cualquier caso, no creen que la solución esté en el traslado de la movida al ferial. "El ayuntamiento cuenta con unos terrenos que ni siquiera son suyos. Por tanto no es una opción válida".

Por último, lamentaron la marcha de los negocios durante mayo, un mes habitualmente "negro" para el sector debido a la proximidad de los exámenes de los estudiantes y a la feria, que aleja al público de los locales de copas habituales (algunos abren su propia caseta para no perder ingresos). El Womad suele equilibrar la balanza de mayo, pero los hosteleros criticaron el cierre de todos los locales de La Madrila a las 4.30, "justo cuando había 6.000 personas en la zona".