Un nivel "elevado" fue el que ayer demostraron la treintena de cuadrillas que convirtieron la avenida de Portugal en el escenario de un pulso en el que midieron durante toda la mañana sus habilidades con la paleta. Lo hicieron con motivo de la sexta edición del Concurso Internacional de Albañilería organizado por Fecons, la Federación Provincial de Empresarios de la Construcción.

Si el año pasado la pieza que tuvieron que reproducir fue el representativo Arco de la Estrella de Cáceres, en esta ocasión la fuente de inspiración del diseño ha llegado de los Emiratos Arabes, concretamente del edificio Burj Al Arab --en idioma árabe, ´Torre arábica´--, uno de los edificios más emblemáticos de la arquitectura moderna, que alberga además el hotel más lujoso del mundo, de siete estrellas.

"Nos hemos inspirado en este edificio por la singularidad de su diseño", señaló José Carlos Pozo, presidente del jurado y autor de la propuesta. Esa singularidad radica en que sus 231 metros de altura reproducen la forma de la vela de una embarcación. Esa forma de vela es la que tuvieron que realizar ayer, y para lograrlo se ha introducido este año un nuevo elemento constructivo, una barra metálica, que servía de mástil a la vela de ladrillo, rasilla y yeso a la que se ´enfrentaron´ las 30 cuadrillas inscritas --cada una integrada por dos personas--, 25 profesionales y 5 de escuela taller. "Introducir este nuevo elemento es una forma de enriquecer el concurso", apuntó el presidente del jurado que calificó el diseño de este año de dificultad "media", por lo que a su juicio las cuatro horas de las que disponían los participantes para ejecutar el trabajo (de 9.00 a 13.00 horas) deberían ser suficientes. Sin embargo ocho de los grupos participantes no lograron finalizar el trabajo.

Poco después de la una de la tarde se ponía fin al concurso. Tras el examen de cada uno de los trabajos por parte del jurado, concursantes y organizadores se dirigieron al restaurante Montebola, donde se anunciaron los nombres de los ganadores en el transcurso de la comida que compartieron. Este año los mejores han sido los hermanos Lucio y Raúl Jiménez, de Riolobos, que se llevaron el correspondiente trofeo y el premio de 3.000 euros. La segunda posición (2.000 euros de premio) fue para Javier Sánchez y Vicente Martín, de Malpartida de Plasencia y en en tercer lugar (premio de 1.000 euros) quedaron Juan Manuel Antúnez y Gabriel Morato. Además hubo un trofeo para Estrella Saavedra y Pedro González, de la escuela-taller Haza de la diputación.

El jurado valoró especialmente "la calidad del acabado, la limpieza y la perfección en la ejecución".

Hubo cuadrillas de Madrid, Talavera de la Reina (Toledo) y de distintos puntos de la región, como Cáceres, Navalmoral, Malpartida de Plasencia, Riolobos.