El elevado coste del mantenimiento del edificio, que cuesta a las arcas municipales 600.000 euros anuales, fue una de las causas por las que el gobierno municipal decidió empezar a cobrar a las empresas allí instaladas. Durante los seis meses anteriores, desde que se abriera el inmueble, las entidades han ocupado los locales de manera gratuita. Ahora tendrán que abonar una cuota.