Un millar de especies que habitan los océanos y entornos acuáticos conviven con la basura, que ha degradado su hábitat natural. Por ejemplo, un 90% de las aves marinas ha ingerido plásticos. Los estudios sobre la flora y la fauna terrestre son todavía muy inferiores, pero sugieren que el impacto podría ser mayor porque gran parte de los residuos proceden de tierra firme. Basta decir que de los 6 billones de colillas que se producen cada año, 4,5 billones acaban arrojadas al medioambiente. La asociación conservacionista SEO/BirdLife califica esta situación como una «catástrofe ambiental de dimensiones abrumadoras,» pero cree que todavía hay tiempo y ha aplicado una solución muy singular: la lucha contra la ‘basuraleza’.

Este término pone nombre al gran objetivo del proyecto Libera, desarrollado desde 2017 por SEO/BirdLife en alianza con Ecoembes, precisamente para liberar el medioambiente de residuos. «Cada persona cuenta. Cada acción cuenta», afirma la ONG, que aglutina cada año a un verdadero ejército de voluntarios de todas las edades y condiciones para salir por los campos, ríos y costas en busca de estos residuos.

Los cacereños también se han implicado en la batalla contra la ‘basuraleza’, que supone uno de los mayores pulsos que se han echado en este país contra los residuos. Se trata de un proyecto transversal que llega a todas las comunidades y a distintos ecosistemas. En Cáceres, según el balance de 2019, se movilizaron 653 voluntarios en 31 espacios naturales, desde la Ruta de los Pilones, al río Ibor, pasando por la Charca del Casar de Cáceres. Para 2020 ya se están organizando las nuevas campañas. Merecen la pena. Durante 2019 se retiraron 126 toneladas de basura a lo largo y ancho de la geografía española (los interesados pueden inscribirse en ‘proyectolibera.org/’).

SEO/BirdLife es una ONG científica, por ello, además de retirar la ’basuraleza’, pretende generar conocimiento para crear una herramienta que permita sensibilizar a las personas. En esto consiste el gran objetivo y la gran solución. ¿Y cómo se genera conocimiento a partir de los residuos? Ahí radica el primer pilar del proyecto Libera: la ONG está muestreando 140 Áreas Importantes para la Conservación de las Aves y la Biodiversidad (IBAS), entre ellas ocho en Cáceres, para ver cómo están afectando los contaminantes de las basuras a esos entornos. «Se analizan heces de animales, agua, sedimentos y tierra para averiguar su afección a través de los laboratorios del CSIC. Los resultados se conocerán a finales de 2020» explica Miguel Muñoz, coordinador nacional de Libera.

ZONAS BAJO VIGILANCIA / Concretamente, en la provincia de Cáceres se controlan los IBAS de Sierra de Gredos y Candelario, Sierra de San Pedro, Embalse de Cedillo/Tajo Internacional, Llanos de Cáceres/Trujillo/Aldea del Cano, Sierra de Las Villuercas, Monfragüe, Bajo Tiétar/Rampa de La Vera, y Vegas del Alagón.

En su propósito investigador, SEO/BirdLife y Ecoembes también aprovechan las movilizaciones de los voluntarios a fin de que, cuando realicen sus batidas, tomen muestran válidas de ‘basuraleza’ para su análisis científico. De este modo, los grupos son formados en una metodología que les permite, antes de recoger todo lo que encuentran, realizar un primer transepto de cien metros en el que van registrando a través de una aplicación los distintos desechos (colillas, plásticos...) y su peso, datos que se transmiten automáticamente a SEO/BirdLife. Todas estas muestras conforman ya un gran mapa que puede consultarse en ‘elitter.org’, donde se incluye la tipología de la ‘basuraleza’ de cada paraje para avanzar en los estudios que pongan remedio. En Cáceres hay ya 10 puntos muestreados: Madrigalejo, Guadalupe, Santa Marta de Magasca, Hervás, Toril, Tejeda de Tiétar, Coria, Cachorrilla, Jerte y el entorno de Cáceres capital.

Por ejemplo, en los parajes cercanos a esta ciudad, una de las recogidas revela que los plásticos suponen un 47% de los residuos, los metales un 15%, los desechos higiénicos un 7%, el papel/cartón un 4%, el vidrio casi un 3%, y la madera trabajada otro tanto, además de un 20% de basura de otros materiales.

Se forma así una gran cadena de pruebas en cientos de ríos, montes y costas. SEO lo denomina ‘caracterizaciones de residuos’ y para esta labor prefiere colaborar con grupos previamente organizados, como empresas, colegios o asociaciones ya constituidas, a fin de que la labor se haga de manera satisfactoria y los resultados puedan computarse. «Lo solicitan a través de la web y les enviamos una caja con guantes, bolsas, una balanza y el material que necesitan. También les damos una formación online», detalla Miguel Muñoz. Siete de cada diez tomas de muestras son perfectamente válidas.

CAMPAÑAS ‘1M²’ / Tras el conocimiento, el segundo pilar es la participación, que incluye numerosas recogidas abiertas a toda la ciudadanía. Se denominan ‘1m²’ y simbolizan la importancia de que cada persona limpiara un solo m² de naturaleza. Se dividen en tres tipos que se repiten cada año. La primera, ‘1 m² por los ríos, embalses y pantanos’, está en marcha actualmente. En marzo de 2019 reunió a 268 voluntarios en Cáceres que limpiaron nueve parajes incluidos en dicha tipología, como la Charca del Barrueco de Abajo, el pantano de Torrejón de Tiétar, o la Garganta de los Infiernos.

La segunda recogida se lleva a cabo en octubre, se llama ‘1 m² por las playas y los mares’, y en 2019 movilizó en Cáceres a 25 voluntarios en parajes acuáticos interiores como el Manantial del Lavadero de Trujillo. Ya en diciembre se realiza ‘1 m² por el campo, los bosques y el monte’, que el pasado año concentró a 225 cacereños en 9 espacios como la Charca de Zarza la Mayor o el camino de Cuacos a Garganta la Olla.

En estos casos, los propios voluntarios pueden crear un grupo o unirse a otro ya constituido, y elegir un paraje. Desde SEO les envían material para la recogida de residuos y de datos (no tan específicos como en los grupos que realizan los transeptos), y además les extienden un seguro que cubre posibles contingencias.

Existe una cuarta jornada, ‘1m² por la naturaleza’, que se celebra en junio. Pretende visibilizar todo este movimiento con campañas de recogidas por cualquier paraje. Cada año se convierte en una manifestación masiva de concienciación social con miles de voluntarios. En 2019 logró reunir 83 toneladas de ‘basuraleza’ extraídas en 453 puntos por más de diez mil personas. En Cáceres se actuó el año pasado en la garganta verata de San Gregorio, el río Almonte/ZIP de Deleitosa, o los Pilones del Jerte. «Lo que pretendemos es que se hable de esta cuestión, que la sociedad comprenda que la basura no es un problema estético, signo de conservación, de contaminación del medioambiente», subraya Miguel Muñoz.

El tercer pilar consiste en la prevención. En realidad es el más determinante porque puede acabar con la ‘basuraleza’. Dentro de este eje, SEO recurre a diferentes campañas de sensibilización (plásticos, cunetas, residuos del wc...) que crea a través de los resultados obtenidos en las recogidas. También ofrece un proyecto educativo denominado ‘Aulas Libera’ (12 en los colegios cacereños, donde aprenden el problema de la ‘basuraleza’ y la necesidad de implicarse en la solución), y realiza acciones de prevención en espacios naturales mediante cartelería, en colaboración con las administraciones. En la geografía cacereña, estas medidas llegaron en 2019 a una decena de parajes protegidos.

VALDESALOR, UNA JOYA / Además, el proyecto Libera puso en marcha el pasado año proyectos pilotos para actuar más a fondo en ocho ecosistemas del país, entre ellos el embalse cacereño de Valdesalor, incluido en la Zona de Especial Protección de Aves (ZEPA) de los Llanos de Cáceres. En este humedal se han realizado batidas de limpieza, trabajos de seguimiento de fauna y vegetación, y actividades de educación.

Allí se refugian miles de aves acuáticas cada invierno, en primavera se asientan colonias de rapaces y garzas, y hacen parada diversas especies migratorias. Pero los residuos indiscriminados acabaron por conquistar este paraje. En una sola jornada contra la ‘basuraleza’ se han llegado a retirar 23 kilos de desechos en 200 metros de orilla.