Casi 7.000 pilas, 740 litros de aceite usado, 661 pequeños electrodomésticos, 779 bolsas de ropa, 237 móviles y más de 250 radiografías. Son los datos más abultados de los residuos que ha recogido el camión del punto limpio móvil durante su primer año por la ciudad. La iniciativa se puso en marcha en noviembre del 2009 y a lo largo del año se ha complementado con la instalación de otros contenedores, por ejemplo para la recogida de aceite usado.

Eso ha supuesto que de los 180 litros de aceite que se recogieron en los dos primeros meses en este servicio (noviembre y diciembre), se pasara a 47 en el bimestre agosto-septiembre, el último del que hay datos. "Sucede algo similar con las pilas, porque cada vez hay más puntos de recogida para facilitar su reciclaje", señala Juan Pedro Olayo, responsable de Calidad Medioambiental de Conyser, que gestiona este servicio. Así, se ha pasado de las 1.283 pilas que se recogieron en enero a 600 de septiembre.

Con esa tendencia y teniendo en cuenta que la semana pasada se instalaron unos nuevos contenedores para la recogida de ropa y calzado, quizás el próximo balance arroje también cifras menos abultadas en cuanto a este tipo de residuos.

ELECTRODOMESTICOS "La acogida de este primer año ha sido buena. La gente comienza a habituarse a este sistema, que es lo más importante para que funcione", explica Olayo, que recuerda que además de que hay más contenedores, muchos residuos que antes se dejaban en el punto limpio ahora lo depositan en los almacenes de Aldea Moret. "Sobre todo los de mayor volumen, como frigoríficos, lavadoras o televisores", dice. De las últimas, se han recogido 202 unidades en desde noviembre. Medicamentos, ordenadores, impresoras, cargadores, muebles, reproductores de dvd, datáfonos, fluorescentes, bombillas "y muchos juguetes electrónicos", señala Olayo, también se depositan en este vehículo.

El camión recorre 32 puntos de la ciudad a lo largo del mes, de los que solo uno se repite: de 9.00 a 13.00 horas está todos los miércoles junto a la casa de cultura de Moctezuma, con motivo del mercado franco. "Es el principal punto de recogida", certifica Olayo, que lo señala además como un punto de referencia. "Saben que cada miércoles está allí", apostilla. El barrio de Mejostilla es el otro punto en el que más se llena el camión. En el lado opuesto, Proexa. "Es la parada en la que menos se recoge", señala.

El camión está preparado para recibir casi cualquier residuo. La excepción son los disolventes, botes de pintura, el mercurio de los termómetros o las baterías de los vehículos, que por su toxicidad, deben ir a puntos especializados.

Los residuos se derivan después a diferentes plantas especializadas. El aceite a una planta que hay en Mérida, los medicamentos a los puntos Sigre y los aparatos, acaban en una planta especializada de Zaragoza, tras pasar por otra de la región en la que se desmontan y clasifican.