Eroski Cáceres convirtió hace casi un año (en marzo del 2012) en cooperativistas al 70% de su plantilla. Tras 11 años ensayando con un modelo similar, la compañía anunció entonces que 85 de los 123 trabajadores fijos en la capital cacereña respaldaban este sistema, lo que supone que puedan tener voz y voto en las decisiones de la empresa, que mantiene la misma jerarquía que antes de la cooperativa, con un gerente como responsable. Los eventuales no tenían opción a participar en este proceso. Los trabajadores pueden participar ya en las decisiones de la empresa a través del consejo social, donde reciben información sobre la marcha de la empresa. Los empleados son ahora "socios propietarios", sin que hayan tenido que realizar aportación económica alguna, ya que hace años depositaron 500.000 de las antiguas pesetas con el objetivo de que se constituyera la cooperativa. Forman parte de una macrocooperativa nacional en la que participan más de 4.000 trabajadores.