La campaña de arbolado de la Diputación de Cáceres ha superado las expectativas de la propia institución. A comienzos de enero se ponían a disposición de los ayuntamientos de la provincia, de manera gratuita, 18.000 unidades de plantas ornamentales, entre árboles frondosos de hoja caduca, perenne, arbustos y setos. Al ofrecimiento de la diputación han respondido 87 municipios cacereños, que han solicitado un total de 31.000 unidades, lo que supone casi el doble de las existencias disponibles.

La propia diputada del área de Agricultura y Ganadería, Angélica García, ha mostrado su sorpresa por «la gran demanda que ha habido y por el número de especies» solicitadas. La más demandada ha sido el hibiscus, un arbusto de llamativas flores; seguido del aligustre de copa, un árbol de escasas dimensiones originario del Extremo Oriente; leylandi, una conífera que se emplea para formar setos; y los plátanos, un árbol frondoso de rápido crecimiento, muy empleado en pueblos y ciudades porque proporciona mucha sombra.

Esta es la primera campaña de arbolado del vivero tras su reapertura, después de permanecer cerrado en la pasada legislatura. Según la diputada responsable del área, su puesta en marcha era «una demanda de los ayuntamientos». Acabados los trabajos de adecuación, el vivero, situado en la finca Haza de la Concepción de Malpartida de Plasencia, reabrió en 2016. El año pasado ya se puedo hacer la primera oferta a los ayuntamientos, en aquel caso, de flores ornamentales.

Para 2018, tienen previstas dos campañas, ésta primera de árboles y la siguiente, como en 2017, de flores de temporada para que, como indica Angélica García, «se llenen de color los pueblos». Se ofrecerán, entre otras, petunias o gazanias, un tipo de margarita africana. La selección de las especies responde, explica García, «a que sean bonitas, con colorido y resistentes, porque van destinadas a pueblos pequeños que no siempre tienen jardineros especializados», por lo que deben ser fáciles de mantener.

Tanto los árboles de esta campaña como las flores ornamentales se ofrecen gratuitamente a los ayuntamientos. Como contraprestación se les pide «una memoria de justificación, en la que expliquen dónde van a utilizar los árboles y las unidades que tienen, en el caso de hacer un siguimiento, para saber que se usan adecuadamente», explica la diputada.

Siete personas trabajan en la finca Haza de la Concepción, de 750 hectáreas, dedicadas al vivero, la ganadería selecta de vacuno en peligro de extinción y el mantenimiento de la dehesa. Angélica García, ingeniera técnica agrícola de profesión, explica que en la finca, «la calidad de la tierra es fantástica, por eso ayuntamientos que pedían hace muchos años, saben que los árboles de Haza son de una excelente calidad».

Además, García anuncia que la Diputación de Cáceres está relizando trabajos de adecuación en un palacete situado en la finca «para sacarlo a concurso como hotel rural» próximamente.