«Mi nieta no quiere venir a verme. Le da miedo pasar por aquí», revela una vecina de la barriada de La Bondad. Siente «mucha rabia e impotencia» por tener que haber llegado a esta situación.

Los residentes piden «medidas urgentes» y denuncian el mal estado de la zona. Además de los conflictos provocados por la presencia de ciudadanos con ciertos comportamientos que no son bien recibidos. Se refieren los afectados al consumo de alcohol en las calles, el abandono de las zonas verdes, la falta de accesibilidad de algunos lugares y el menudeo de droga, que, a juicio de los vecinos, no cesa. Declaran que llevan con esta situación «tan insoportable» más de 15 años.

A partir de las 3 de la tarde y hasta altas horas de la madrugada es cuando las botellas se empiezan acumular en las vías públicas. «El record del barrendero es haber recogido 89 en una mañana», expone uno de los afectados del lugar.

Confiesan que desde que este grupo está en la barriada «todo es distinto». Añoran los tiempos en los que los niños jugaban a sus anchas sin ningún tipo de problema. El balón y las canicas «se han transformado ahora en litronas y estupefacientes», confiesan.

La policía local es ya muy habitual en la zona debido al gran número de veces que han intervenido en el barrio. Sin embargo, los vecinos no están satisfechos y exigen cambios. En este sentido, el ayuntamiento asegura que aumentará la presencia policial y que se están «estudiando diferentes medidas» para llevarlas a cabo y que los conflictos que posee el barrio minoren.