Juana Salgado sabe mejor que nadie el ruido que puede producir un animal de compañía al ladrar de una manera reiterada y en franjas horarias delicadas, una de las causas de muchas de las quejas sobre contaminación acústica por parte de los cacereños.

Hace 17 años que comenzó a colaborar con la Asociación Cacereña para la Protección y Defensa de los Animales, que cuenta ya hoy en día con más de 20 años de vida. Hoy en día preside el colectivo y analiza las posibles causas por las que un perro puede ladrar constantemente y perturbar el día a día, tanto de los vecinos como de sus propios dueños. Y lo más importante, puede afectar al sueño. "A los animales hay que tenerlos controlados", explica.

La presidenta de la protectora aclara que si la mascota "ladra durante el día tampoco resulta un problema demasiado grave porque realmente hay mucho ruido externo que nos rodea. Lo preocupante es cuando se producen ladridos durante la franja nocturna, o a primera hora de la mañana", comenta.

Una de las causas puede ser que el animal padezca trastornos emocionales como "ansiedad por separación", comenta Juana, que niega que los perros adoptados puedan ser más propensos a este tipo de comportamiento y expone además algunos de los posibles motivos de esa anormal conducta. "Si el animal ladra constantemente puede ser por varios motivos: porque está encerrado en una habitación y no quiere estarlo, que es una mala práctica que ejercen algunos dueños desgraciadamente, o está atado porque se encuentra solo en casa ya que los dueños han salido de noche".

En cualquier caso se trata de un problema de "trato inadecuado" por parte de los dueños. "Da igual que sea un perro o un gato, un animal no puede pasar todo el día encerrado", sentencia. Asimismo, si el problema persiste, existen otro tipo de métodos para corregir esas reacciones pero en ese caso "habría que ponerse en contacto con un especialista".