Nacha La Macha nació por afán. Para su álter ego, José Ignacio Galán Ordoñez (1981, Cádiz) la palabra artista no tiene limitación. Canta, baila, actúa. Eso era lo que vio desde pequeño en la pequeña pantalla y era lo que quería ser. «Desde los cuatro años yo sabía que quería ser artista, los otros niños querían ser futbolistas, yo no», resume. Tanto es así que estudió interpretación y se fue a Madrid. Allí «sentía necesidad de subirme a un escenario de manera inmediata». Y así fue como conoció locales de transformismo que le empujaron a dar vida a Nacha.

Aún se acuerda de la primera actuación con sueldo, eso sí. Fue hace 14 años en la calle Hortaleza, 43, en el local que ahora es ‘Vuélvete loca’. Pero si hay una ciudad a la que guarda especial apego es a Cáceres. La curiosidad quiso que la programadora del primer local al que se subió Nacha La Macha, Marisa, fuera de la ciudad, y que más tarde la capital cacereña acogiera un espectáculo suyo a la semana en La Madrila. «Cáceres fue la primera ciudad que me dio la oportunidad, mis primeros recuerdos de salir con la maleta y con la peluca son de ahí», sostiene. Nacha ya era conocida en los círculos cacereños antes de dar el salto a la fama. Hoy precisamente, 31 de octubre, regresa a la ciudad, a Barroco a partir de medianoche, donde ofrecerá un espectáculo con temas de su último disco ‘Como la Nacha no hay ná’, una suerte de continuación de su primer álbum ‘Como la copla no hay ná’.

El gaditano puede presumir de incluir en su primer disco un dueto con Marifé de Triana -el único que ha grabado la cantante ya fallecida en directo-. Si ahora tuviera que decidir con quién se atrevería a cantar una copla, tiene en mente a dos mujeres: Alaska e Isabel Pantoja. Curiosamente, ve más viable conseguir una colaboración de la segunda que de la primera. «A Alaska la admiro tanto, me sigo poniendo nervioso», concluye. De momento sin duetos, se subirá esta noche a las tablas de Barroco, una sala que amadrinó durante años. Asume con agradecimiento ese «vínculo» y la «responsabilidad» de «volver a casa». Mientras planea nuevos proyectos en teatro, concluye que siempre su vida artística siempre irá de la mano de Nacha. «gracias a ella soy artista, pinchan mis canciones en Radiolé, soy amigo de Concha Velasco, no dejaría a Nacha aunque fuera millonario».