El otro día estaba con un amigo jugando a la Nintendo (quedé en un honroso segundo puesto, todo hay que decirlo, yo que nunca he sido de Nintendos) cuando un compañero del periódico me mandó un whatsapp que contenía un audio de la mítica canción de El Consorcio ‘El chacachá del tren’ que decía así: «A Madrid en tren de Renfe yo viajaba, y a mi lado muy cabreado un portugués, al momento en hebreo blasfemaba como todos los viajeros que viajaban en el tren... Torpemente hacia su meta madrileña, el convoy se detenía ‘escacharrao’, cual productos de la huerta cacereña, en mitad de aquellos campos nos quedábamos ‘plantaos’. Aquí no hay chacachá, no hay chacachá del tren, que susto da viajar montado en este tren»... No pude por menos que abandonar la Nintendo y comenzar a reenviar aquel audio a todo quisqui.

Pero ahí no quedó la cosa. Minutos después, Pepe Higuero, periodista archiconocido, que suele despertarme siempre una sonrisa, me envió una foto con unos emoticonos que incluía la siguiente pregunta: «Si un extremeño te dice que estás como un tren, ¿es un piropo o un insulto?». Empecé a carcajear, creyendo aún, iluso de mí, que la chanza del tren se quedaba aquí, entre nosotros no más. De eso nada. Minutos después enciendo la televisión y me topo con ‘El Intermedio’ de La Sexta, donde el genial Wyoming y Dani Mateo protagonizaron un divertidísimo sketch titulado ‘La vuelta a España en tren en 800 días’, que reflejaba la realidad del ferrocarril por estos lares y que venía a decir que había dos Españas, una España del AVE y otra España de ‘A vé si de Cáceres a Madrid no tardamos diez horas en tren’. Otra risa general, mientras la Nintendo seguía parpadeando...

Había dos opciones, la primera disfrutar de la noche madrileña, pero quedaba totalmente descartada después de semejante golpe ferroviario, de manera que decidí quedarme en Cáceres no sin antes pasarme por la peluquería Vogue Style de Miriam León y Juanma Morán para que me retocaran esta barba de cinco días que había que rasurar. La verdad es que ellos y su equipo son unos cracks (es mejor ir a verlos que pagarle a un psicólogo).

Ya maqueado, me sentía en forma para afrontar la noche cacereña. Nada más salir me encontré con el joven empresario Juanma Barral, que me contó que ya está todo casi a punto para su nuevo proyecto: el Manolo Bakes, una franquicia dedicada a pastelería y cafetería que abrirá en Primo de Rivera y que tiene productos únicos, como ‘Los Manolitos’. Fíjense si serán famosos que hasta el gran fondista español Chema Martínez colgó en sus redes una imagen catando la delicia en el programa de Cope, ‘El Partidazo’ con Juanma Castaño: «Lo reconozco, ayer pequé. Fue un ataque de manolismo en toda regla. Ya tengo energía para el martes», aseguraba Chema. Poco queda para que los cacereños también pequemos. Entretanto me fui a Bontá, bar de Jose Mostazo, que además gestiona el pub La Martina. Tras la Navidad han celebrado cena de empresa en Pasadena, donde no faltaron las costillas. En ese momento recordé que me había dejado la Nintendo encendida. Menos mal que no me pilló dentro del tren, de lo contrario hubiera tardado 800 días en regresar a casa para apagarla. Hubiera sido un desastre.