El pago de las subvenciones municipales correspondientes al año 2015 que deberían haber cobrado las asociaciones vecinales de la ciudad --65.000 euros a repartir entre la más de 30 que existen-- sigue trayendo cola.

A pesar de que el ayuntamiento respondió esta pasada semana subrayando que el abono se realizará "próximamente" después del retraso producido debido a la "fiscalización de estas ayudas a finales de año para comprobar que todo estaba correcto", los colectivos vecinales se quejan de que la demora ha mermado considerablemente su margen de maniobra, obligando a las asociaciones a "tener que hacer encajes de bolillos" para encontrar financiación para realizar las actividades dinamizadoras que llevan a cabo como "conciertos, actividades solidarias, clases de pintura, zumba...", defiende Jacinto Mellado, presidente de la asociación vecinal La Mejostilla.

En el caso del colectivo Residencial Urbanización Cáceres el Viejo, la cuota simbólica --de un euro al año-- que aporta cada uno de los cerca de 400 socios actuales apenas da para financiar un evento. "Este año hemos hecho cosas gracias a empresas que han colaborado con nosotros altruistamente. Con la ayuda del ayuntamiento, otros años no hemos tenido que pedir pero este ha habido empresas que nos han tenido que regalar cosas como la multitienda del barrio, Légola o incluso McDonald's", afirma Raúl Pérez, presidente de la asociación vecinal, que añade que "a nadie le gusta mendigar ni tener que ir pidiendo favores cuando, con la subvención, no tendríamos que pasar estas calamidades", subraya.

JUSTIFICACION Pero sin duda, lo que más enerva a los colectivos vecinales tiene que ver con la incongruencia burocrática generada por el retraso en el pago de las ayudas. "El 15 diciembre teníamos que presentar los justificantes de la subvención, las facturas de en qué nos hemos gastado el dinero municipal. Si no, tienes que pedir una prórroga hasta el 15 de enero, que es lo que tuvimos que hacer porque ¿si no te han pagado cómo vas a justificarlo? Todo es un cúmulo de despropósitos por parte del ayuntamiento, que, además, si no presentas todos los justificantes no te da la ayuda. Es surrealista", critica el presidente de la asociación vecinal Aguas Vivas, José María Patrón, que asegura que considera que "65.000 euros no es tanto dinero para el ayuntamiento" y no encuentra "motivos", más que "que pretenden que nos aburramos", para que no hayan cobrado a tiempo.

Su homólogo en la barriada de Las Trescientas, José María Montealegre, incluso ha tenido que poner "hasta 200 euros" de su bolsillo para realizar las tradicionales migas o la fiesta vecinal veraniega. "También puso 150 euros la tesorera y otros 100 la secretaria. El ayuntamiento quiere deprisa y corriendo que justifiquemos un dinero que ni si quiera hemos recibido. Nos sentimos discriminados", recalca.

Aunque habitualmente los colectivos vecinales recibían sobre octubre el abono de las ayudas municipales correspondientes al año en cuestión, en 2014 lo hicieron el 30 de diciembre y el pasado 2015 es el primer año que el ayuntamiento no abona las subvenciones a tiempo.