Los vecinos del número 20 de la calle Miguel Angel Ortí Belmonte, en La Mejostilla, tienen un parque nada más salir de casa. Es amplio, está bien ajardinado y tiene zonas infantiles. Muy cerca están el colegio Castra Caecilia y una zona deportiva municipal. A un tiro de piedra tienen varias de las grandes superficies de la ciudad: Mercadona, Lidl y Dia. Es un buen barrio para vivir. Pero cuando se entra en el edificio las sensaciones cambian.

Los garajes sufrieron un incendio en febrero del 2007 y desde entonces no han vuelto a cumplir su función. Paredes quemadas, basura por el suelo y cables eléctricos colgando. "Los coches están más seguros en la calle", dice María Silva, presidenta de la comunidad de vecinos. Los buzones han sido maltratados a conciencia. El ascensor funciona, pero no siempre es así. Se estropea con frecuencia por el abuso que se hace de él. "Los padres no controlan a algunos niños y esto es un desbarajuste", dice Telesfora Sánchez. "Y te tienes que callar para que no haya conflicto", añade.

El agua

Ahora mismo, el principal foco de tensión entre los vecinos es el agua corriente. La comunidad tiene un contador comunitario, por lo que el importe de lo que se consume se debería pagar en partes iguales, independientemente de lo que se consuma.

A la injusticia inicial de tener que pagar en algunos casos más agua de la que se ha consumido, se añadió enseguida que muchos vecinos no la pagaban. De hecho, ni pagaban agua, ni pagaban renta ni quieren saber nada de obligaciones. "Nosotros tenemos que pagar las consecuencias de que la Junta haya puesto aquí a ciertas personas que no quieran pagar", se queja Manuel Silva, uno de los vecinos.

Según explica la presidenta, tras unos años en los que había vecinos que sí pagaban el agua, y después de reclamar sin resultado que se pusieran contadores individuales en los pisos, ya nadie paga el agua. El resultado es una deuda acumulada de unos 18.000 euros que se arrastra desde el 2004. Alguno de los vecinos manifiesta su inquietud por la posibilidad de que les dejen sin agua por culpa de los que no pagan. Fuentes del Canal de Isabel II informaron a este diario que la decisión de cortar el suministro depende en última instancia del ayuntamiento.

A la espera

La administración está al corriente de lo que sucede. "La Junta tiene constancia de la situación y nos dicen que se está gestionando, pero nos van dando largas", explica la presidenta.

A preguntas de este diario, fuentes de la Consejería de Fomento de la Junta de Extremadura, de la que depende la gestión de las viviendas, han afirmado que la obra necesaria para la puesta en marcha de los contadores individuales de agua y para mejoras en el edificio como el arreglo de los garajes, ya está en fase de contratación. El presupuesto asignado para los arreglos es de algo más de 100.000 euros. Las mismas fuentes no pudieron precisar fecha de inicio de las obras.

Los vecinos que antes cumplían con todas sus obligaciones y que siguen pagando la renta están cansados. Uno de ellos dice que paga 133 euros y que si pudiera pagar un poco más podría hacer frente a una hipoteca. De las 17 viviendas que hay ocupadas --otras tres están vacías y se han tapiado--, cinco pagan la renta regularmente. El resto, no. Reconocen que ya no se ocupan de la limpieza como hacían antes "porque no se hacen los arreglos que nos habían dicho". Son presa del desánimo.