Hace un año el abogado J. J. F. T. fue juzgado por estafa en la Audiencia Provincial (se representó a sí mismo). Se le acusaba de haber logrado engañar a tres cacereños a los que cobró servicios que no llegó a realizar. El tribunal le declaró culpable de un delito continuado de estafa, y le condenó a dos años de prisión y la inhabilitación para el ejercicio de su profesión durante el mismo periodo.

El letrado recurrió y ahora el Tribunal Supremo ha estimado en parte su demanda, reduciéndole la condena, tanto de prisión como de inhabilitación, a un año. Mantiene, no obstante, la condena de la Audiencia respecto al pago de 5.250 euros de indemnización.