Abogados para todos. No sólo para las comunidades de propietarios, también los hay para los bares. Angel Luis Aparicio es el representante de cinco de ellos, pioneros en la iniciativa de acudir a los servicios de un letrado para que defienda sus intereses económicos. La vieja trova, Ivanhoe, La calle, La continental y El peso del pecado se han puesto en manos de Aparicio para conseguir que sus establecimientos obtengan la categoría de café-concierto o discoteca. Sólo así podrán cerrar a las 04.30, ofrecerán música en directo a sus clientes y salvarán sus "mermadas" economías desde que el pasado mes de octubre se aplicara la normativa de cierre de los locales de copas aprobada por la Junta de Extremadura.

El letrado tuvo incluso un encuentro con la junta directiva de la asociación de vecinos para tratar de sellar un acuerdo. El asunto está muy difícil: los afectados dicen que no aguantan el ruido y que la barriada de La Madrila es una zona saturada de bares.

LA LEY

Pero los empresarios tampoco están dispuestos a ceder. Ellos se comprometen a realizar las obras necesarias en sus locales para obtener el cambio de licencia, ya que tres de ellos son bares especiales y cierran a las tres y uno, El peso del pecado, tiene categoría de bar normal y los fines de semana debe cerrar a las dos de la madrugada.

Otro local que también ha iniciado su guerra es el Latinos, que agotará igualmente todas las vías legales que tenga a su alcance para convertirse en un café-concierto. Uno de sus propietarios, Marcos Tercero, asegura que tiene sus licencias en regla y que no hay motivo alguno para que el consistorio le deniegue el cambio de categoría. "De denergársenos se produciría claramente un agravio comparativo, toda vez que en esa zona se han concedido cuantas licencias de bar especial han sido solicitadas".