Alzapiernas, de nuevo patas arriba. Ayer comenzaron las obras para renovar el cableado de la zona, que afectarán a la calle Paneras y a los primeros números de Alzapiernas, hasta la plaza de la Concepción. Son precisamente los que sufrieron más daños por la instalación de las escaleras mecánicas. La actuación estaba prevista para el pasado verano, la anterior legislatura le concedió el permiso para julio y agosto pero, tras las protestas de los comerciantes, se paralizó. Pedían que no se abriera la calle en esas fechas pues agosto es el mejor mes para el turismo en la ciudad, después de Semana Santa. Ya entonces solicitaron al consistorio que se ejecutara en los meses de enero o febrero pero finalmente se llevará a cabo este mes.

La empresa que las realiza, Iberdrola, comenzó el pasado martes con las primeras mediciones y ayer por la tarde empezó la actuación. Los empresarios de la zona siguen sin comprenderlo: «No entendemos por qué no se hacen en enero o febrero que en Cáceres no hay nadie y además hace frío para las terrazas», se quejan desde la Tapería Los Ibéricos. No es que no quieran que se lleve a cabo la actuación, pero piden que se les haga el menor daño posible.

LA EMPRESA NO PUEDE / El portavoz del equipo de gobierno y concejal de Fomento, Andrés Licerán, aclaró ayer que el consistorio transmitió a la empresa el deseo de los comerciantes de que se retrasara hasta después de las navidades. «Iberdrola tiene sus programas y no puede retrasar más la obra. Es una actuación que tenía que haberse hecho en los meses de julio y agosto», recuerda Licerán.

Los trabajos durarán como máximo un mes y se ejecutarán por partes. Es decir, se abrirá una zanja y se cerrará antes de comenzar con la siguiente, con el objetivo de realizar el menor daño posible a los empresarios. «Hay que ser sensibles porque es una obra necesaria», añade.

Las obras comienzan justo un mes después de que terminaran las de las escaleras de Alzapiernas, que estuvo cerrada durante nueve meses. Y no se descarta que haya que modificar la reforma. Como ya informara este diario la Junta de Extremadura ha ordenado al ayuntamiento que rectifique el proyecto porque incumple la orden VIV/561/2010, de 1 de febrero, por la que se desarrolla el documento técnico de condiciones básicas de accesibilidad y no discriminación para el acceso y utilización de los espacios públicos urbanizados.

El Ejecutivo autonómico analizó la rehabilitación tras recibir una denuncia de un cacereño con discapacidad, que alertaba de que la obra no respetaba ni las normativas municipales en materia de accesibilidad ni la ley universal. La Junta corroboró que las rampas tienen pendientes superiores a lo permitido, del 22, 23 y 25% dependiendo del tramo; cuando los límites legales son del 8 o el 10% según la longitud de la calle. Que tampoco cuenta con pasamanos a doble altura (para personas en sillas de ruedas) y en algunos tramos se ha colocado solo a uno de los extremos. Que las escaleras convencionales tampoco cumplen por no estar bien señalizados los peldaños. Y que las mecánicas son más estrechas de lo permitido.

La administración regional comprobó además que tampoco cumplen Sánchez Varona, Zurbarán y Parras, que también se reformaron y se propusieron como recorridos alternativos accesibles a Alzapiernas. El ayuntamiento ya ha anunciado que intentará buscar otras soluciones antes de volver a levantar la calle. Por el momento ha pedido asesoramiento a la Oficina Técnica de Accesibilidad de Extremadura (Otaex) sobre cómo acometer la obra, pero aún no se ha pronunciado.