Una inauguración accidentada fue, sin duda, la de ayer en el Palacio de Congresos. Para empezar, la concejala de Participación Ciudadana, Carmen Lillo, sufrió una aparatosa caída durante el recorrido de las autoridades por el edificio, algunas de cuyas estancias estaban recién fregadas en ese momento y nadie tuvo la precaución de que el suelo estuviera seco antes de la llegada del público. Lillo se resbaló, cayó al suelo, y tuvo que ser ayudada por algunos de sus compañeros de corporación.

Una hora más tarde de la inauguración oficial --que comenzó antes de la hora establecida-- y cuando el acto ya había concluido, en torno a las 13.05 horas, se produjo un conato de incendio en un foco auxiliar de 1.000 watios en el lateral derecho del anfiteatro, en la parte superior del auditorio. El foco cayó y una silla comenzó a arder. Los operarios que se encontraban allí en ese momento extinguieron con un extintor las llamas, que afectaron al aislante del techo y también a unas maderas, según indicaron los bomberos, aunque cuando éstos llegaron al lugar se limitaron a limpiar y revisar la zona porque el incidente no llegó a más.

Precisamente ayer el PP criticó "la actitud" que, a su juicio, están teniendo la alcaldesa Carmen Heras y el PSOE, "al estar vendiendo proyectos que no están en marcha ni que se van a poder utilizar en poco tiempo", e insistió en que el Palacio de Congresos y Exposiciones se ha inaugurado "sin estar terminado".

Los populares hablaron de "falsa inauguración". Lo cierto es que el acto se limitó a un recorrido de los políticos por las instalaciones, con discursos incluidos, pero no se organizó ninguna actuación o actividad cultural para celebrar la apertura de un espacio que pretende ser de vital importancia para la cultura de Cáceres.