La Junta agilizará la cesión de la ermita de San Jorge tras el derrumbe que sufrió el templo esta semana. Así lo puso de manifiesto ayer la consejera de Cultura, Nuria Flores, en declaraciones a los medios. «Estamos acelerando el trámite porque queremos tener la titularidad para llevar a cabo posibles actuaciones después, precisó la titular del área.

Tal y como publicó este diario en su edición del martes, el gobierno regional ya avanzó la visita de los técnicos para evaluar los daños que ha sufrido la estructura y actuar de manera urgente. Flores también insistió en que tras la notificación del incidente, la administración se puso en contacto «inmediatamente» con los dueños de la finca en la que se encuentra el templo.

Cabe recordar que la ermita se ubica en una propiedad privada y la Junta ya inició las gestiones para que el monumento pasara a tener titularidad pública en verano aunque hasta la fecha no había habido avances al respecto. Este diario se puso en contacto ayer con el ayuntamiento cacereño, pero el consistorio no quiso hacer declaraciones.

Según la consejera, fueron «las lluvias» las que ocasionaron el derrumbe. Lo cierto es que el templo sobrevive desde hace décadas en estado de ruinas y colectivos como Natura 2000 llevan años advirtiendo de su deterioro y su estado de abandono. En declaraciones a este diario, Salvador Vaquero, de Natura 2000, lamenta la inacción de la administración local y regional para conservar el recinto religioso. «Está apunto de venirse abajo, lo hemos denunciado y no han hecho nada palpable, se ha caído una pared pero está en absoluto peligro la capilla que tiene una grieta que se va agrandando y la base se mantiene de milagro, es fácil que la sacristía se venga abajo este mismo invierno». En esa línea, instan a la Junta a actuar de manera urgente y proponen crear una fundación dedicada a conservar el templo. También como medida temporal plantean proteger las pinturas con piezas de metacrilato. La capilla luce unos frescos del siglo XVI, que del mismo modo que la estructura, distinguida por los expertos por su «singularidad» se encuentra en avanzado proceso de deterioro.