La Asociación Católica Internacional de la Juventud Femenina (Acisjf) atiende en la actualidad a 800 personas necesitadas en la capital cacereña. Este es el dato que resume la labor del colectivo dirigido por Corazón Rosado en las casas de acogida de San Juan y Pereros, donde también da cobijo a una quincena de madres e hijos entre los siete y 19 años en situación de dificultad. "Hacemos malabarismos para llegar a todos", resumió ayer Rosado en la apertura del curso en Acisjf, que se celebró con una misa en San Juan a cargo del obispo de la diócesis, Francisco Cerro, y la exposición de la memoria con las actividades realizadas en el último año y para el próximo.

A pesar de la disminución de ayudas, el colectivo, que lleva trabajando desde 1971, realiza reparto semanales de alimentos, ropa y enseres entre las familias derivadas por Asuntos Sociales. "Somos un centro de refuerzo", añadió la responsable de Acisjf, que recordó que cuentan con cerca de un centenar de voluntarios para distribuir comida, talleres formativos y clases de apoyo a las hijas de mujeres acogidas. Fruto de ese trabajo, tienen previsto entregar 60 diplomas a inmigrantes que han participado en cursillos de geriatría, informática o manualidades.