El mismo problema surgió con los celadores hace unas semanas, pero en este caso el colectivo logró llegar a un acuerdo con el área de Salud de Cáceres. Los celadores también se sentían "discriminados" por la manera en la que se aplicaba la ampliación de las 37,5 horas semanales. Llevaron a cabo dos protestas en las puertas del hospital San Pedro de Alcántara, pero finalmente la gerencia convocó un encuentro para acercar posiciones. "Se llegó a un acuerdo para la aplicación de la jornada de 37,5 horas, en base a lo recogido en las instrucciones aprobadas en Mesa Sectorial y que flexibilizaban de manera notable el documento inicial", explicó entonces la Junta.