La Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Cáceres juzgará el próximo lunes a un hombre acusado de un delito continuado de violación a su expareja, además de otros de detención ilegal, trato degradante, amenazas graves y dos de lesiones, y una falta continuada de injurias. La Fiscalía solicita un total de 22 años de cárcel, de los que doce son por la violación y cinco por la detención ilegal.

En su escrito de conclusiones provisionales, el Ministerio Público describe los hechos por los que D. G. T. se sentará en el banquillo, que se remontan a marzo del año pasado en el domicilio que compartía en la localidad de Cabrero con la que venía siendo su pareja. Según la Fiscalía, el acusado, "movido por los celos" tras descubrir que ella "mantenía contacto con nuevos amigos en las redes sociales", comenzó a insultarla y agredirla mediante puñetazos y golpes en el rostro, la cabeza, el cuerpo y el costado.

Al día siguiente, el hombre volvió a pegarle, encerrándola en la casa bajo llave y obligándola a ducharse con agua fría en varias ocasiones. El relato del fiscal precisa con detalle las humillaciones a las que fue sometida la mujer, a quien el acusado llegó incluso a obligar a ponerse la ropa sobre la que él había orinado y le restregó una fregona con una vomitona suya mientras le decía la frase "la mierda con la mierda".

El Ministerio Público añade que el acusado violó anal y vaginalmente a la mujer tras rociarle la zona anal con lubricante, siguiendo con las agresiones y amenazándola con que la mataría. La víctima, atemorizada, logró avisar a la madre del acusado de lo que estaba ocurriendo, acudiendo unos familiares a la vivienda.

El parte médico reseña que sufrió contusiones en la cabeza y cuello, una erosión en el labio superior y múltiples contusiones, hematomas y eritemas en la espalda, abdomen, miembros inferiores y superiores, y una pequeña laceración en el esfínter anal de los que tardó en curar 15 días.