El hombre acusado de violar, agredir y encerrar a su expareja en la localidad de Cabrero negó ayer todos los hechos por los que se le empezó a juzgar en la Audiencia Provincial de Cáceres y por los que la Fiscalía ha solicitado, en su escrito de conclusiones provisionales, 22 años de cárcel por un total de seis delitos --continuado de violación, detención ilegal, trato degradante, dos de lesiones y uno de amenazas graves--, además de una falta continuada de injurias.

En su declaración ante el tribunal, D. G. T. reconoció que en la noche del 2 de marzo del 2012 había discutido con su expareja y afirmó que las relaciones sexuales que mantuvieron fueron consentidas y que no mediaron agresiones ni antes, durante, ni después con la supuesta víctima. Ella afirmó posteriormente que tampoco la había forzado en el domicilio al que solía acudir cuando volvía de Madrid, donde trabajaba, aunque sí aseguró que él sí que la golpeó mientras realizaban el acto sexual.

El acusado negó también que hubiera amenazado a la mujer con un cuchillo y que la hubiera querido castigar encerrándola en la casa para que no se marchara. A preguntas del fiscal, afirmó que no obligó a su expareja a desnudarse ni a que se diera duchas de agua fría durante el tiempo que permaneció en la vivienda de Cabrero. El acusado dijo que ella "no había mostrado ninguna oposición" cuando la penetró anal y vaginalmente.

DECLARACION Sin embargo, visiblemente nerviosa al principio, la mujer declaró que comenzó a insultarla cuando él descubrió que había agregado amigos en su Facebook y que le había restregado con una fregona su zona vaginal tras obligarla a ducharse con agua fría. También aseguró que la llevó a la cocina y encendió el gas, amenazándola con que así moriría y él se cortaría las venas con un cuchillo.