Un acusado de violar y pegar a su pareja en un municipio de la provincia de Cáceres, que se enfrenta a 22 años de prisión, niega durante el juicio las acusaciones y manifiesta que la relación sexual fue consentida "como siempre" y que "nunca ha dado un puñetazo ni a ella ni a nadie".

La Audiencia de Cáceres ha acogido hoy la celebración de la vista que ha juzgado a D.G.T por los delitos violación, detención ilegal, trato degradante, lesiones, amenazas graves e injurias.

En el juicio se ha podido escuchar el testimonio del acusado y la víctima acerca de los hechos ocurridos los días 2 y 3 de marzo de 2009, y por los cuales la Fiscalía solicita 22 años de prisión.

El día 2 de 2009 ambos han coincidido en declarar que comenzaron una discusión en la casa que compartían cuando ella venía los fines de semana por los contactos masculinos de ella en el facebook.

Entonces, el hombre comenzó a proferir insultos hacia la mujer, algo que el acusado sí ha reconocido en el juicio.

A partir de ese momento el relato ha sido diferente y mientras ella ha asegurado que "recibió continuos golpes y puñetazos", el hombre ha señalado "que nunca ha pegado a ella o a otra persona".

Tras esta primera pelea ambos se fueron a dormir y la discusión la retomaron a la mañana siguiente cuando el hombre le pidió que se fuese de la casa y se marchó al bar volviendo a los pocos minutos.

El hombre ha declarado que "como estaba nerviosa" le dijo que se duchara y que como "el suelo estaba mojado se quedaron en la escalera" y que a las dos horas "tuvieron relaciones sexuales consentidas como siempre".

Sin embargo, tanto la declaración de la mujer como el escrito de la fiscal han puesto de manifiesto que ese día le volvió a "insultar, pegar puñetazos y patadas y que la arrojó en varias ocasiones contra el suelo durante una hora".

Acto seguido, la llevó al baño "le obligó a desnudarse y a ducharse con agua fría, luego orinó en su ropa y le obligó a ponérsela".

A continuación, se dirigieron a la cocina y allí el hombre abrió el gas y cogió un cuchillo apuntando a su muñeca y dijo "aquí morimos los dos".

En cuanto al delito de violación, la mujer ha manifestado al tribunal que sus relaciones sexuales eran "agresivas", al tiempo que ha reconocido que a pesar de que la relación sexual "fue consentida, le golpeó durante el acto, cosa que no había hecho nunca".

En lo que sí han coincidido los dos es que la puerta estuvo abierta durante el día, excepto por la noche. Cuando el hombre se quedó dormido ella llamó a la madre de él para que viniesen sus cuñados al "darse cuenta de lo que le había ocurrido y lo mal que se sentía por ello".