Domingo Pizarro Macías es un histórico de la venta ambulante. Es de Garrovillas pero podría pasar perfectamente por cacereño porque forma parte del imaginario de la ciudad en las últimas décadas. En su histórico puesto en Múltiples, improvisado con cajas, dejaba al paso el olor de especias y repartía en apenas unos metros sacos de almendras, criadillas, espárragos, aceitunas y verduras. Así, desde hace años, cara conocida para muchos, ha instalado cada día su minúsculo estand con productos del campo hasta esta semana que efectivos de la Policía Local le ha notificado su desalojo.

El icónico vendedor ambulante ha acatado la orden policial aunque no sin reparos. Él se ampara un documento fechado en mayo de 2004 en el que el entonces alcalde de Cáceres, José María Saponi, autorizaba a Pizarro a seguir distribuyendo sus productos en el mismo sitio. «Se informa que don Domingo Pizarro Macías solicita que se le concrete el emplazamiento donde vender los productos amparándose en un antiguo acuerdo verbal», recoge el documento en el que la comisión municipal «con criterio unánime» concluye «que la ubicación del vendedor siga siendo la que habitualmente venía teniendo». El informe tiene el sello y la rúbrica de la Oficina Municipal de Información al Consumidor (Omic).

Por su parte, el ayuntamiento actual desconoce que exista ningún permiso y alega que Pizarro no tiene licencia para vender en la calle y en el caso de otorgarla expone que la ubicación sería junto al Banco Santander y no frente a Múltiples, lugar que ha olido a sus especias en los últimos años.