Cuando se anunció la desaparición del servicio militar obligatorio, la mili , que se haría efectiva el 1 de enero del 2003 empezó a tambalearse el futuro del Cimov. El general Alfonso Pardo de Santayana anunció en el 2002 su muerte para el 2003. "No hay alternativas de uso" para él, dijo. En noviembre del 2002, se supo que oficialmente el centro tenía los días contados en los planes de Defensa. Colectivos cacereños y particulares se organizaron en una plataforma ciudadana para luchar por su continuidad.