Esta semana ha comenzado la vigésimo cuarta edición del Festival de Teatro Clásico de nuestra ciudad. Hasta el 30 de junio tendremos el lujo de ver hasta once representaciones ubicadas dentro de la denominada Escena Clásica, y que podremos disfrutar en escenarios tan magníficos como el de El Gran Teatro de Cáceres, y nuestra Plaza de San Jorge, en la parte antigua cacereña.
A estas representaciones, y bajo el nombre del festival, se añaden Los Montajes (cuatro obras llevadas a cabo por los alumnos de la ESAD), el Off Festival (actividades paralelas de diferente índole en el Paseo de Cánovas), el ciclo de cine que emitirá la Filmoteca todos los martes que siguen a la inauguración, y diversas actuaciones de la Orquesta de Extremadura.
El precioso cartel que ilustra la edición de este año, es obra del gran artista plástico -y orgullosa puedo decir que también amigo- Paco Rosco. Una dama clásica abre, tímida, el telón desde el proscenio, quedándose este cerrado en la parte superior con forma de corazón. La dama oculta tras ella las propias tablas del escenario, y la imagen proyecta la sombra de la Torre de Bujaco, simbolizando la unión del arte arquitectónico de nuestro casco histórico, con el de las artes escénicas; algo que tendrá lugar durante el transcurso del festival de teatro clásico.
Todo está preparado para que, un año más, ocupemos nuestro lugar como espectador y nos deleitemos con cada una de las obras que nos ofertan, consiguiendo éstas -ojalá- un aforo completo. Nos volveremos a sentir como niños, cuando antes de dormir nos leían un cuento; nos dejaremos llevar por la imaginación, convirtiendo decorados de cartón-piedra en escenarios reales; sentiremos la interpretación de los actores como una realidad propia con la que reiremos o lloraremos, siempre identificándonos con alguno de ellos; el vestuario, maquillaje y luces harán el resto-
Todo está listo para que desconectemos durante unas horas de nuestro día a día, para que soñemos con otras épocas y nos emocionemos con cada interpretación de nuestro festival de teatro. Ya se ha abierto el telón, amigos, preparen sus aplausos, porque éstos son, sin duda, los que siempre consiguen completar aforo.
