Un robo cada dos días. La estadística de sustracciones de vehículos durante agosto en la capital cacereña arroja ya una decena de denuncias, lo que convierte este mes en uno de los favoritos para los ladrones. Los robos se localizaron en diferentes barrios y para acceder a los coches utilizaron el procedimiento de la rotura de cristales. En todos los casos, estaban estacionados en la calle.

Los robos se concentran en el período comprendido entre el pasado 4 de agosto y el día 21 de este mismo mes, con especial incidencia durante el largo puente del 15 de agosto. Hasta cuatro vehículos fueron sustraídos durante estos días en San Francisco, Cabezarrubia y el Rodeo. En éste último caso, el coche apareció calcinado cerca del recinto ferial tras haber sido desguazado. La Sierrilla, plaza de América o Aldea Moret fueron los otros puntos donde se sustrajeron vehículos.

"Al final terminamos encontrando una inmensa mayoría de los vehículos con más o menos daños", explica el comisario jefe provincial Julio Díaz. Las estadísticas policiales de sustracciones de vehículos diferencian entre camiones, coches y motocicletas. A falta de cifras oficiales, este responsable policial asegura que el número de vehículos robados al año ha descendido considerablemente. La explicación es sencilla: ahora es más fácil hacerse con un coche aunque sea de segunda mano.

Sin embargo, Díaz tiene claro que los ladrones roban un vehículo para desplazarse a otro lugar y cometer otros delitos o comprar drogas. Tras ello suelen dejarlo abandonado y, en otros casos, lo queman para no dejar huellas. La cifra de casos de desguace en vehículos robados es menor. Hace falta contar con la ayuda de un taller, al igual que en los robos para cambiar el número de bastidor y así poder vender el coche en el mercado negro. Esta práctica delictiva corre a cargo de bandas organizadas que se encargan luego de poner en venta los coches en países del Este. Eligen vehículos de lujo, aunque este tipo de robo apenas se ha detectado en la capital cacereña.

Sin embargo, el comisario afirma que sí se ha registrado un aumento de robos en motocicletas. "Lo que menos ha bajado son las motos de pequeña cilindrada, que se utilizan para uso propio y luego aparecen cuando el ladrón se ha cansado de ella", afirma.

Especialistas del robo

Sobre el perfil de los ladrones, Díaz señala que los que actúan en la ciudad suelen "tener cierta habilidad" en abrir cerraduras de determinados modelos de coches. La técnica más habitual es la de forzar las puertas o manipular algún cristal. Las herramientas más rudimentarias son la ganzúa y gancho, aunque también los hay que usan medios electrónicos para la apertura de puertas.

Otra de las características de los ladrones es que no suelen actuar solos ya que es necesario formar parte de una banda organizada para, después de robar el vehículo, poder manipularlo para su venta posterior. Además, la policía añade que hacen falta contactos para entrar en los canales ilegales de comercialización. Un negocio ilegal que florece en verano.