"Llevaban botas militares, como los skinheads". Esta era la única pista que podía ofrecer ayer Pepe Extremadura tras la paliza que recibió en Los Castellanos por parte tres desconocidos a los que no pudo identificar el miércoles por la noche. "He viajado mucho y nunca me ha pasado nada parecido", decía ayer con la voz encortada a través del teléfono. Dijo también que se sintió "impotente" tras haber sido agredido y que decidió regresar a su casa, cerca del lugar donde ocurrieron los hechos, por lo que no llamó ni acudió a la comisaría hasta el día siguiente. El cantautor añadió que "no se sentía en condiciones" para ser fotografiado.