Una réplica de la fuente de Aguas Vivas, una de las más tradicionales de la ciudad, lucirá en alguno de los edificios municipales después de la donación que el presidente de la asociación de vecinos del barrio y autor de la obra, Diego Sánchez Polo, ha realizado al ayuntamiento. El concejal de Obras, Joaquín Rumbo, recibió de manos del dirigente vecinal la original miniatura y aseguró "que ocupará un sitio especial" en el consistorio.

Sánchez Polo ha empleado varios meses en la elaboración de este trabajo, de 35x50 centímetros, que ha sido realizado en madera y con varios tipos de papel, que imitan el color de las piedras y ladrillos de la fuente. No sólo la cola de contacto empleada para unir estos materiales ha dado tan buenos resultados, también la paciencia y el mimo que Sánchez Polo ha puesto a su labor han contribuido a que este trabajo sea una reproducción fidedigna de la fuente.

Sánchez Polo, de 78 años, lleva presidiendo la asociación de vecinos hace casi 26. Asegura que esta donación puede contribuir a que este edificio de la arquitectura popular cacereña sea más conocido en la ciudad. Confiesa que lo más complicado de su arduo trabajo ha sido la confección de los cuatro arcos.

La fuente de Aguas Vivas, según recoge Pascual Madoz en su Diccionario geográfico catastral , se reedificó en 1739, reinando Felipe V y siendo corregidor de Cáceres Manuel de Silva, caballero de la orden de Santiago. Sirvió como lavadero público, también como abrevadero para el ganado y cubrió el abastecimiento de agua de muchos vecinos hasta que, igual que la mayoría de fuentes públicas de la ciudad, fue clausurada en los años 60.

El catálogo de rutas de senderismo editado por el Ayuntamiento de Cáceres, explica que la de Aguas Vivas es una fuente con cuatro arcos de granito, con sus caños y un pilar. En su parte central dispone de una lápida conmemorativa, datada en 1739 y que da fe de que en el siglo XVIII la fuente fue recuperada, pero ya existía anteriormente.

En 1991 la escuela taller de la Universidad Popular de Cáceres realizó una importante mejora en el edificio. Asimismo, Joaquín Rumbo, desde la Concejalía de Obras también ha contribuido a su mantenimiento: se dotó de iluminación artística y de un cerramiento perimetral en forja para evitar el vandalismo.

Con esta reproducción, Sánchez Polo rinde un homenaje al barrio donde reside desde que tenía 5 años. Conoce, como pocos cacereños, la historia de esta fuente, tan vinculada a su vida y la de su familia. "Es algo que hemos mamado desde pequeños, de aquí salía un manantial riquísimo, de ahí bebíamos, nos lavábamos y nunca hubo enfermedades", dice con orgullo.