La Torre de los Pozos es una prioridad dentro de la restauración de la muralla cacereña, levantada en el siglo XII por los almohades, dada su singularidad. La más avanzada de las torres albarranas debió ser realmente bella, puesto que conserva esgrafiados en sus caras norte y oriental, decoración extremadamente valiosa al tratarse de uno de los escasos elementos artísticos de fábrica hispano-musulmana que mantiene la ciudad.

En la cara oriental y frontal de la Torre de los Pozos pueden verse dos estrellas de ocho puntas, y en la cara norte aparece un epígrafe trazado con caligrafía cúfica andalusí, donde los expertos intuyen la alabanza religiosa ‘Alá es grande’. Además se aprecia una cinta anudada, vestigio de la posible decoración a base de cintas de mortero de cal que posiblemente cubrieron en un pasado la casi totalidad de los lados de la torre.

La caligrafía cúfica, de trazos alargados, se considera el más antiguo tipo de escritura árabe, a partir de una modificación del alfabeto sirio antiguo. Fue utilizada para escribir los primeros ejemplares del Corán. Consta de líneas rectas y ángulos, a menudo con ornamentaciones como motivo decorativo. Se encuentra presente en numerosos monumentos, monedas y utensilios de carácter cotidiano.

La «joya de la corona»

«Los trazos y las estrellas son visibles desde el entorno del baluarte. En el cubo se ve perfectamente esta escritura angulosa. Diríamos que se trata de la joya de la corona, por eso su restauración es muy importante, está bastante mal conservada», explica el concejal de Urbanismo y Patrimonio, José Ramón Bello Rodrigo, expectante antes los resultados.

El Plan Director de la Muralla propone para la Torre de los Pozos la impermeabilización y correcta recogida de aguas de la terraza superior, reconstruir la coronación de los lienzos, restaurar los encintados de cal, recuperar el volumen perdido del tapial, tapar las oquedades y otras actuaciones de mejora.

Respecto al lienzo entre las torres de los Aljibes y los Pozos, necesita restaurar su coronación, recuperar el volumen de las almenas, reconstruir los encintados de cal, recuperar también el volumen perdido de la fábrica de tapial, y otros trabajos comunes a todos los tramos como eliminar vegetación y sellar grietas y fisuras.