Lo más difícil empieza ahora porque dependéis de vosotros mismos y ahí está el gran reto". Así se dirigía ayer el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, a los vecinos de Alagón del Río, durante los actos que ayer hicieron oficial la independencia del pueblo que se ha convertido ya en el municipio 221 de la provincia de Cáceres y después de que se aprobara su segregación de Galisteo el pasado 3 de julio. Ayer, Fernández Vara fue partícipe de un día histórico y de fiesta junto a los alagoneses que han luchado por su independencia desde que en 1996 se constituyeran como entidad local menor. Ahora inician una nueva etapa en la que "la convivencia, la unión y el diálogo deben de prevalecer por encima de las diferencias", recalcó el presidente regional.

En suelo primordialmente agrícola y ganadero, Fernández Vara también se refirió a la manifestación de los agricultores que en esos instantes tenía lugar en Madrid. "De nada sirven políticas de desarrollo rural, sino van acompañadas de políticas agrarias tendentes a que la gente tenga un medio de vida y eso mismo tenemos que hacerlo saber a Europa", subrayó.

RECONOCIMIENTOS El día de ayer permitió además reconocer la labor que durante cuatro legislaturas han realizado concejales de distintos grupos políticos. Para ello, Fernández Vara junto con la alcaldesa de Alagón del Río, Ana María Soguer, hicieron entrega de una placa conmemorativa a las siguientes personas: Virgilio Lozano, presidente del Hogar de Pensionistas en representación de los antiguos colonos; Virgilio Sánchez, exconcejal de Coalición Extremeña; Mario Díaz, exconcejal de Izquierda Unidad; Miguel Lozano, exconcejal del PSOE; Luis Rodríguez, edil del PSOE; Raúl Martín, concejal del PP; José Pedro Martín, exalcalde socialista de Alagón; Pedro Julio Eleno, exalcalde de Coalición Extremeña; Francisco Toscano, alcalde de Galisteo y, finalmente, Teodoro Alvarez, primer secretario del consistorio.

Finalmente, Soguer tuvo palabras de recuerdo para los primeros colonos que dejaron sus tierras como consecuencia de las expropiaciones forzosas originadas por la construcción del pantano Gabriel y Galán. "Ellos se llevaron la peor parte y el trabajo más duro porque cuando llegaron nada estaba hecho y con su esfuerzo y sus manos construyeron este pueblo", manifestó.