Entra en la sede de Caja Extremadura de la calle San Pedro (actualmente Liberbank) y, sin mediar palabra, se dirige hasta el cuarto de baño de la entidad y rocía con una botella de aguarrás a un empleado. El líquido afectó también a un cliente que en ese momento salía de los aseos. Tras los hechos, la mujer se fue corriendo de la sucursal bancaria.

Ocurrió el pasado viernes por la mañana y en la entidad nadie se explica lo sucedido. Según aseguran los trabajadores, nadie conocía a la autora de los hechos, ni siquiera el trabajador al que tiró el aguarrás. De hecho la mujer entró en la sede pero no realizó ninguna gestión, ni en la caja ni en las mesas ubicadas en el edificio. La situación generó una gran alarma entre los trabajadores y los clientes que en ese momento se encontraban en el banco. Un rato después llegó la Policía Nacional, que ahora investiga el caso.

HERIDAS LEVES Tras lo ocurrido el empleado que fue agredido se dirigió a un centro de salud de la ciudad para que le atendieran por las heridas que le había ocasionado el líquido que le había vertido. Los daños, según detallan fuentes de la entidad, no fueron de consideración.

Los nervios no se habían calmado ayer, a pesar de haber transcurrido tres días desde el incidente. De hecho, a primera hora de la mañana entró en la entidad una mujer que se parecía físicamente a la autora del incidente del viernes y rápidamente el director, muy nervioso, llamó a la Policía Nacional pensando que se trataba de ella. Los agentes se personaron a los pocos minutos. Fue una falsa alarma ya que se trató de una confusión fruto del miedo que se ha apoderado de la plantilla.

Ayer todavía no se habían denunciado los hechos en la comisaría provincial, aunque el afectado lo hará en breve, según confirmaron a este diario desde la entidad. Por su parte, la Policía Nacional investiga el caso y busca a la mujer autora del incidente. Ya ha solicitado las grabaciones de las cámaras de seguridad para proceder a su identificación.