El alcalde de Sierra de Fuentes, Andrés Guerra, negó ayer la denuncia del grupo socialista, que le acusa de utilizar la Guardia Civil con fines partidistas y de adoptar una actitud "anticonstitucional" al impedir la celebración de una reunión en el hogar de ancianos. El alcalde aseguró que "es una obligación del alcalde" velar por los derechos de las personas mayores y por la utilidad que se da al hogar, "que en este caso es ilegal, ya que las reuniones políticas no están dentro de los usos fijados para ninguna de las dependencias" del hogar. Guerra aclaró que la inspección que realizó al hogar, acompañado por la Guardia Civil, otros concejales y el juez de paz, durante la celebración de la reunión de los ediles socialistas es "un derecho potestativo del alcalde, recogido en el pliego de condiciones que rige la gestión de los servicios públicos del hogar de ancianos".

MISMO PROCEDER Guerra insistió en que el cumplimiento de la legalidad vigente es "un acto claramente constitucional", y añadió: "La forma de proceder de esta alcaldía seguirá siendo la misma con el fin de proteger los intereses generales de los ciudadanos de Sierra de Fuentes".