Esta mañana ha habido pleno en el ayuntamiento. Tan importante como lo debatido ha sido lo que se ha visto: la nueva configuración de la corporación local tras la salida de Francisco Alcántara y Mar Díaz del grupo municipal de Ciudadanos. Ambos pasan a ser concejales no adscritos y ya son tres en la corporación local, ya que ambos se suman a Teófilo Amores, que en octubre dejó el grupo municipal de Vox.

Alcántara, Amores y Díaz quieren formar un único grupo, el de los concejales no adscritos. Esta mañana no han podido. Los tres entienden que tienen derecho a ello. No solo se apoyan en el reglamento orgánico municipal del ayuntamiento, sino también en una sentencia del Tribunal Constitucional. Pero ni el gobierno local ni el secretario general del ayuntamiento lo tienen tan claro. “No es sencillo porque hay jurisprudencia con soluciones diferentes”, ha afirmado el alcalde, Luis Salaya, al término del pleno.

Con su unión en un solo grupo, los tres concejales no adscritos no solo ganan con una mejor organización y más medios, sino que también se refuerzan en su papel de decisivos en la corporación local. Cada uno de ellos, de forma individual o como un único grupo, pueden dar la llave de la mayoría absoluta en la corporación local.

“Me consta que hay algún integrante de esta corporación y de este ayuntamiento que está dispuesto a negar la existencia del grupo de concejales no adscritos”, ha asegurado esta mañana Amores. Alcántara ha planteado que si no se les reconoce el poder tener un grupo propio, el de los concejales no adscritos, estarían dispuestos a reclamarlo ante los tribunales, “hay jurisprudencia del Constitucional que dice que a los concejales no adscritos no se les puede discriminar”, ha añadido.

Salaya ha explicado que la decisión que se tome dependerá del informe que tiene que presentar la secretaría general del ayuntamiento y ha insistido en que se intentará llegar a un acuerdo que contente a todos los miembros de la corporación local para evitar que este asunto se judicialice.