La cota del embalse de Alcántara bajó el lunes un poco más, hasta situarse en la 194.02, a solo dos centímetros de que Cáceres entrase en situación de prealerta de sequía. A ese nivel se mantuvo ayer, al menos hasta las 20.00 horas. Con ayer ya son 42 días con la cota en la 194. Alcántara tiene capacidad suficiente de agua, está al 42%, pero por el órgano gestor de la cuenca, la Confederación Hidrográfica del Tajo, y por la empresa que tiene la concesión de uso, Iberdrola, se está manteniendo de momento el nivel, no se baja de la cota 194 y con ello se evita que Cáceres entre en prealerta de sequía. La bajada del lunes de Alcántara, pasó en unas horas de la cota 194,09 a la 194,02, conllevó el aumento de capacidad del embalse de Cedillo, aguas abajo, que el lunes subió 4 hectómetros cúbicos.

Desde la Confederación se calificó ayer de normalidad la situación del abastecimiento a Cáceres. Con los números en la mano es verdad. Pero esa afirmación no sirve para ocultar que el parche que se hizo en 1992 para traer agua al Guadiloba desde Alcántara ya no da las garantías necesarias para el abastecimiento a la ciudad, que la chapuza del trasvase de Portaje necesita una explicación y que si Portaje es inviable por su coste se requiere una alternativa. El Guadiloba, embalse al que llega el agua que se trasvasa desde el río Almonte (el agua en ese punto es del embalse de Alcántara), está perdiendo un hectómetro cúbico al mes, ayer tenía 8,3, y eso que recibe agua de Alcántara. Si no se trasvasa, que ocurrirá si Alcántara cae a la cota 192, con el Guadiloba solo habría agua para unos 10 meses.