Los concejales no adscritos Francisco Alcántara y Mar Díaz han presentado una moción al pleno de este jueves para que el ayuntamiento apoye de manera institucional el mantenimiento y preservación de la Cruz de los Caídos de Cáceres en su ubicación actual y original, “evitando por todos los medios políticos, jurídicos y técnicos que estén a su alcance, su traslado o desmantelamiento”.

Alcántara ha recordado que La Cruz de los Caídos “fue erigida en mayo de 1938 en memoria de los caídos de un bando de la contienda de nuestra Guerra Civil, y en 1986, siendo alcalde el socialista Juan Iglesias Marcelo se colocó una nueva placa en su base, amparando, recordando y haciendo honor a todos los que dieron su vida por España, se pretendía así recoger el espíritu conciliador de nuestra Constitución del 78, enterrando rencores y posibilitando esa etapa de la transición española, que dio lugar a décadas de desarrollo, prosperidad y modernización de nuestro país”. Con la modificación de la dedicatoria, ha incidido, “nadie se cuestionó en décadas el carácter ‘políticamente neutro’, y así se ha considerado y se considera hoy por la gran mayoría de los cacereños”.

En 2007, con la aparición de la Ley de Memoria Histórica y en 2019, con la Ley de Memoria Histórica y Democrática de Extremadura, “se retomó de nuevo el debate, sustentado en un informe elaborado por un comité de expertos que incluye la Cruz entre los monumentos “conmemorativos de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar de 1936 y del franquismo”, ha precisado el concejal.

Y finalmente, el senador Carles Mulet, senador por designación de las Cortes Valencianas y miembro del partido valenciano Compromís, “solicitó formalmente la demolición de la Cruz de Cáceres en sede parlamentaria”. “Hemos asistido en las últimas semanas a un intento minoritario de personas en favor de exigir la demolición de la Cruz”, ha detallado, “y por otro lado, a como numerosos defensores, de mantenerla donde está, se han movilizado en las redes sociales (fundamentalmente en el grupo denominado “Salvemos la Cruz de los Caídos” que ya tiene más de 6.000 miembros)”. “Debemos evitar que esta situación fomente el enfrentamiento y la radicalización, reviviendo odios y rencores, afortunadamente ya enterrados y olvidados. Cáceres debe mantener la Cruz donde está al formar parte del sentir colectivo de los cacereños y nadie tiene derecho a privarnos de nuestros sentimientos”, ha concluido Alcántara.