El cineasta Luis Buñuel retrata en Los Olvidados (1950) a menores, adolescentes, correccionales... Buñuel pone en boca de uno de los personajes, el director del correccional al que acaba de llegar Pedro, lo siguiente: "¡Si pudiéramos encerrar aquí la miseria!".

Luis Buñuel parece que para elaborar el guión en 1950 leyó a Enrique de Castro. Pero Enrique no llegó a Palomeras, Alto del Arenal, Vallecas, hasta 1972: "Cura recién estrenado. Limpio de análisis estructural político, social, desconocedor del ambiente obrero, con mi maleta de estudios y de cultura burguesa" (de su libro Hay qué colgarlos ).

El sentido común es anacrónico y aquellos que reclaman, por ejemplo, la presencia policial en sus calles las 24 horas del día para acabar con la "golfería", no ven o no quieren ver la raíz del problema. Nuestra Libertad es el resultado de haber cambiado una dictadura militar por el sometimiento a la dictadura económica. En lugar de exigir una vivienda digna y un sueldo digno por el simple hecho de nacer, dirigimos nuestra batalla hacia nuestros iguales. Mientras que no encerremos la miseria, la cosa no cambiará por mucha presencia policial o por muchos desahucios de viviendas que se lleven a cabo ("la política es la técnica del blanqueo de las fachadas".