Buzones quemados, garajes inutilizados, basura por todas partes, falsos techos que se han venido abajo, pisos tapiados --los menos porque la mayoría están ocupados de forma ilegal--, ratas, malos olores, insalubridad, pintadas, restos de hogueras, puertas rotas y un ambiente marginal componen el auténtico coctel molotov en el que se ha convertido el bloque C de la calle Ródano, escenario en el que el pasado jueves Aurora Pascual, una toxicómana con antecedentes, apareció muerta y emparedada en la vivienda número 11 de la cuarta planta.

El sórdido suceso, ocurrido precisamente en el bloque más conflictivo de la barriada, llevó ayer a los colectivos sociales y vecinales de Aldea Moret a exigir al ayuntamiento la demolición de este edificio de viviendas sociales, construido en 1987 y cuya gestión administrativa depende del consistorio cacereño. La presidenta de la Asociación de Vecinos de Santa Bárbara, Guadalupe Iglesias, asegura que en el colectivo vecinal que representa existe unanimidad en torno a este asunto. "Que el bloque se tire y que venga Sanidad", dijo Iglesias, quien se refirió a la necesidad de que aumente la vigilancia policial en el barrio y de que se firme un convenio para que la Guardia Civil entre en la zona.

Felipa Llanos, presidenta de La Esperanza, se pronunció en la misma línea. "Ha habido varios sucesos y perjudica al barrio. Creo que deberían adoptarse medidas urgentes", apuntó Llanos.

José Manuel Trejo, presidente de Santa Lucía, recordó que el bloque C está situado junto al colegio, la piscina y las pistas polideportivas del barrio y comentó que resulta inconcebible que un edificio, en la situación en que se encuentra actualmente, esté tan cerca de lugares a los que acuden niños. Trejo estimó que la solución pasa por derribar el bloque de viviendas.

Arístides García, dirigente de la Asociación Socio-Cultural, dudó que la demolición sea la alternativa aunque sí insistió en que la administración debe acometer medidas urgentes para atajar la situación actual. García aseguró que en el barrio los ánimos están alterados, que los vecinos están cansados de la delincuencia y que muchos defienden medidas más drásticas como manifestaciones, cortes de carretera o recogidas de firmas.

INSEGURIDAD El bloque C de la calle Ródano está formado por 48 pisos. El ayuntamiento volvió a declinar ayer hacer manifestaciones en torno a su estado legal. EL PERIODICO sólo pudo saber, aunque por boca de los vecinos, que ocho o 10 familias residirían en ellos de forma legal y que el resto podrían ser ocupaciones ilegales. La concejala de Asuntos Sociales, Basilia Pizarro, no informó sobre este extremo y sólo el concejal de Obras, Joaquín Rumbo, recordó que el ayuntamiento tendrá que ejecutar de forma subsidiaria obras de saneamiento por valor de 12.000 euros ante la negativa de los residentes al pago de reparaciones.

Entretanto, vecinos del bloque indicaron ayer que se debería tirar el edificio. "Cuesta más arreglarlo que derribarlo y hacer uno nuevo", decían algunos afectados. Uno de ellos, Agustín Carrero, propietario de una casa, pidió soluciones urgentes e informó de que ya se han producido tres muertes en extrañas circunstancias: la de la mujer emparedada, la de otro hombre al que dieron una paliza por un asunto de droga y otra persona a la que quemaron el piso. "Tienen que poner medidas", dijo.

Otra mujer, que prefiere no desvelar su identidad, aseguró que la otra noche su bebé la despertó llorando porque un ratón se había colado en la cuna.

Por otro lado, el caso de la mujer emparedada que acabó con la detención de su hermano y de la novia de éste acusados de presunto homicido, ha avanzado poco en el plano judicial. EL PERIODICO ha sabido que aún no se ha presentado recurso al auto de prisión puesto que el conjunto de pruebas todavía no se han practicado: algunos análisis del cuerpo de la víctima se han remitido al Instituto de Toxicología de Sevilla y se está a la espera de sus resultados.