Más trabajo social y menos infraestructuras. Este es el principal mensaje que quiere hacer llegar al nuevo gobierno municipal la Asociación Socio-Cultural Aldea Moret a raíz de la elaboración de un informe con las principales reinvidicaciones de la barriada.

"Es prioritario poner en marcha una verdadera dinamización social que implique a los vecinos", resume Juan Jesús Tato, portavoz de este colectivo, que ya ha hecho llegar al ayuntamiento un documento de 36 páginas en las que se recogen las peticiones con todo detalle.

Aunque durante la anterior legislatura se atendieron algunas demandas como un pabellón polideportivo y se mejoraron dotaciones, la asociación sociocultural entiende que el trabajo social quedó en un segundo plano.

"Llevamos siete años planteando lo mismo: la Administración tiene que trabajar en Aldea Moret con la implicación de los vecinos, hacerles partícipes del cambio que necesita e ir más allá de lo material", explica Tato, que recuerda que también hay que poner en práctica "una política de mejora de las condiciones urbanísticas".

Este portavoz opina que, para conseguirlo, habría que plantear a los vecinos que estén parados la posibilidad de que colaboren en el arreglo de jardines. "Se trata de que hagan del barrio su casa", indica Tato, convencido de que así podrían erradicarse conductas incívicas como los destrozos y acumulación de basuras en las comunidades de vecinos. Para ello, proponen la creación de proyectos y talleres sociales necesarios para la recuperación de las comunidades de vecinos.

En el listado de reivindicaciones figuran, entre otras, una comisaría de la policía local abierta las 24 horas en los bajos de la calle Germán Sellers de Paz. Además, plantean que el Bloque C de Ródano se destine a uso social y cultural como espacio para asociaciones y locales de ensayo.

Asimismo, quieren que el edificio Embarcadero sea "la herramienta para salvaguardar el patrimonio minero y lograr la modernización del barrio" y proponen que se revitalice el mercado.

En el apartado de accesos, opinan que sería necesario abrir uno nuevo por detrás del Cerro de los Pinos, que serviría para "eliminar la barrera física que mantiene aislado al barrio con el resto de la ciudad". El colectivo subraya también en su informe la necesidad de controlar edificaciones ilegales u obras sin permiso y mejorar la limpieza y arreglo en el mobiliario urbano.