Un fracaso tan llamativo como el del socialismo cacereño no tiene una sola causa. Comenzó el día en el que los socialistas exigieron a Zapatero adelantar su decisión sobre su candidatura. Ese día entraron en la campaña que había diseñado el PP. ¿Ha solucionado algo su anuncio? Los programas y las realizaciones han sido ocultadas por el ruido. Tampoco se puede obviar que ellos han pagado más que nadie (alguno incluso ha sido premiado) los esperpentos que nos ha regalado el tripartito.

Porque inversiones y obras han existido en la ciudad pero pocos ciudadanos recordarán otra que no sea la discutida plaza Mayor. De manera que una alcaldesa hiperactiva, con una capacidad de trabajo asombrosa, no ha sido capaz de publicitar sus logros a pesar de haber estado diariamente en los medios de comunicación. ¿O es ése quizás el problema? Ella ha acaparado la información y sus concejales han desaparecido de los escaparates salvo alguna excepción, de manera que ella solita podría haberse quemado y haber quemado los mensajes.

Resulta significativa la votación en Aldea Moret. Quizás nunca se haya invertido tanto en esa barriada ni se haya visitado con tanta frecuencia ni haya estado en la mente de los gobernantes y en los medios de comunicación con tanta intensidad, y pierden allí. O no era eso lo que demandaba el vecindario o no lo han sabido transmitir. La cuestión no está en dedicarle más o menos horas. Las justas y necesarias son suficientes si se hace bien. Está clara la influencia que tiene en las masas la información bien transmitida y en eso los socialistas cacereños obtienen un cero.