El Fuero de Alfonso IX mandaba claramente que sólo hubiera dos palacios en Cáceres, el del Rey y el del Obispo.
La fachada se levantó en 1587 por el obispo García de Galarza, quien la concibió como un gran arco de triunfo.
El Fuero de Alfonso IX mandaba claramente que sólo hubiera dos palacios en Cáceres, el del Rey y el del Obispo.
La fachada se levantó en 1587 por el obispo García de Galarza, quien la concibió como un gran arco de triunfo.