El traumatólogo Alejo Leal no es un médico al uso . Cuida por encima de toda las relaciones con sus pacientes, le gusta decir que es más de Cáceres "que el Figón" y acaba de abrir una clínica en Ruta de la Plata con múltiples avances: nuevo equipo de diagnóstico y tratamiento de la osteoporosis, sala de radiodiagnóstico, quirófano con las últimas tecnologías... "Pretendo que sea un homenaje al paciente cacereño, para que tenga un lugar con todos los detalles a su servicio", afirma. Poco después de su apertura ha comenzado a aplicar una terapia muy novedosa y aún casi desconocida contra la artrosis.

--Háblenos del día a día de un traumatólogo, hoy por ejemplo, mire su lista de pacientes: ¿Qué casos concretos tiene?

--Las cifras hablan por si solas: el 80% de los usuarios de cualquier jornada vienen por problemas relacionados con la artrosis. Predominan las mujeres de unos 60 años de media.

--Una incidencia excesiva... ¿Cómo es posible que no exista aún una terapia efectiva?

--Se trata de una enfermedad degenerativa de los huesos inevitable por el paso de los años, pero intentamos que su calidad de vida sea mayor, y en este sentido los tratamientos parecen cada vez más eficaces. Aunque no la curan, sí frenan su evolución. La terapia que acabamos de incorporar, tan sencilla como efectiva, es completamente novedosa en Extremadura, todavía con escasa aplicación en el país. Consiste en sacar sangre al propio paciente y tratarla mediante un proceso específico para extraer el plasma rico en factores de crecimiento, con una elevada cantidad de plaquetas. Lo infiltramos de nuevo en la zona afectada y permite recuperar el tejido dañado. Si la artrosis está en sus inicios puede interrumpirse, y si está avanzada retrasa su evolución. Llevamos pocos meses aplicándola en Cáceres y los resultados son magníficos, recuperamos articulaciones, cartílagos...

--¿A cuántos pacientes ha tratado ya con esta nueva técnica?

--A un centenar. Un 70% ha experimentado una mejoría importante y un 30% liviana, pero nadie ha empeorado. Es sangre de la propia sangre, sin medicamentos externos. El futuro de la medicina va por este camino. Además, el paciente solo tarda media hora y no precisa anestesia.

--¿Media hora y sin anestesia...?

--Sí, poco tiempo desde que se extrae la sangre del paciente hasta que sale de la consulta infiltrado. Lo habitual son tres sesiones, no más, y a veces basta con dos. Los factores de crecimiento son especialmente efectivos en rodillas, hombros, rotura de tendones y fracturas que no acaban de consolidarse. Hay resultados impresionantes: una paciente aquejada de una mano ha vuelto a trabajar a los quince días.

--Seamos claros... ¿Estos avances están al alcance de todos?

--Es lo que intentamos. Un tratamiento cuesta 900 euros en otras ciudades, pero nosotros lo facilitamos por unos 450 euros.

--En 22 años de ejercicio ha visto de todo. ¿El caso más difícil?

--Muchos, pero recuerdo especialmente la mano catastrófica de un chaval que se había enganchado en una máquina en Las Capellanías. Le envié a un equipo médico excepcional de Madrid y me encargué de su recuperación. Ahora trabaja como guardia civil, usa su mano prácticamente al cien por cien. Es uno de los casos más extraños y gratificantes que he tenido.

--En este país los traumatólogos más famosos son los del fútbol ¿Le gustaría que le llamaran del Real Madrid o el Barcelona?

--Sí, son punteros, pero yo estoy encantado en Cáceres. Además, preferiría asistir a Jorge Lorenzo o Fernando Alonso, soy un apasionado de las carreras, me levanto de madrugada a verlas.

--En un plano más personal, Alejo Leal no encaja en el perfil del médico casi solemne...

--Primero nací persona y después estudié Medicina, lo que más me gusta es el cariño de mis pacientes. Curas mucho más estando cerca de la gente.