La Protectora de Animales de Cáceres ha alertado de la presencia de tres perros peligrosos que conviven en un chalet aparentemente deshabitado de la calle Juan Rodríguez de Molina (La Mejostilla). Se trata de un doberman adulto y dos cachorros de pitbull y dogo argentino, según explicó la responsable del colectivo, Isabel Alcalá.

Un intento de ataque del doberman el pasado sábado a un niño que pasaba cerca del chalet en bicicleta y a un hombre, sin que ninguno de ellos resultara herido, ha originado la preocupación de la Protectora de Animales. Dos miembros de este colectivo fueron requeridos el sábado por la policía local para capturar al doberman, que se escapó del recinto saltando el muro del chalet y sembró la alarma en el vecindario. "Ese perro tiene muy mala pinta, da miedo", declaró un vecino de la zona.

CENSADOS El incidente se quedó en un susto menor --ni siquiera trascendió a la asociación de vecinos, según manifestó ayer el presidente, Jacinto Mellado, quien desconocía el hecho--, sin embargo la protectora cree que estos canes se encuentran en una situación "anómala" y de "aparente abandono".

"Los perros parece que están encerrados, hay mucha suciedad y el chalet parece vacío, aunque tienen dueño porque la policía pudo localizarlo el sábado", declaró Alcalá. Según la responsable de la protectora, el doberman no está considerado como raza peligrosa, pero "si no están en contacto con humanos, se vuelven muy agresivos", explicó.

La protectora pidió el sábado a la policía local que denunciara la situación de estos animales, aunque no se ha podido confirmar si finalmente se ha interpuesto denuncia o no.

Además, solicita al ayuntamiento que investigue por qué estos perros, de razas consideradas potencialmente peligrosas, viven en esta unifamiliar, que se exijan sus documentos al dueño y que sean censados. Según la ley, el pitbull y el dogo argentino deben estar registrados, con chip identificativo y tener seguro de responsabilidad. El doberman, al haber demostrado que puede atacar, también.

La protectora de animales teme que estos canes puedan estar destinados a peleas de perros ilegales, de las que se sabe su existencia, según Isabel Alcalá, aunque no se tienen pruebas de ello. O, simplemente, que estén en estado de semiabandono. "El ayuntamiento debe controlar la tenencia de este tipo de animales y más en este caso, en pleno núcleo urbano, que no tengamos que lamentar incidentes mayores", concluyó Alcalá.