TPtor lo que nos dicen, que no será toda la verdad, todo el mundo debe. Grandes empresas han entrado en quiebra por deudas. ¿Quienes son sus acreedores? Otras empresas, los bancos. Pero resulta que muchos bancos, incluidos los grandes y de prestigio, deben cantidades desorbitadas y esas empresas a quienes se debe también están en apuros.

¿A quién se lo deben?. Pues no se sabe. A otros bancos quizás. En ese caso habría que suponer que los bancos acreedores gozarán de buena salud. Pues tampoco porque resulta que esos también deben. A quién deben es un misterio de manera que pudiera ser que estuviéramos en un círculo vicioso en el que todo el mundo debe. Eso facilitaría la solución de la crisis. Tú me debes tanto y yo te debo tanto... total... ¡En paz! .

Ahora bien, si este planteamiento es simplista y nada académico deberemos suponer que alguien está en el vértice de la pirámide, porque esto tiene toda la pinta de ser una estafa piramidal, y ese es el que está ganando. Pero ¿quién es?. ¿Dónde guardará el dinero cuando cobre, si es que cobra? ¿O es que tampoco existe ese dinero?. Porque está claro que la diferencia entre lo que se pensaba que valía un piso y su coste real es una burbuja.

O sea, que ese dinero no ha existido nunca. Ni lo que se pensaba que valía una acción y lo que cuesta ahora. Eso era dinero virtual. ¿Será toda la deuda virtual? Ojala pues resultaría que la crisis es también virtual. Vamos que se soluciona apagando los ordenadores y volviendo al ábaco y al dinero contante y sonante. Porque en la feria de Tornavacas no suceden estas cosas. Tú compras una yegua y pagas al contado y si no tienes el dinero suficiente pues te compras una burra. Y si tampoco tienes para eso pues a cargar a hombros.