A la elegante carpa que sirve como salón de actos del centro Helga de Alvear en la calle Pizarro se accede por un túnel de color metalizado en la planta baja de la Casa Grande. Este espacio, traído desde Francia, se convirtió ayer en un plató de televisión por el que desfilaron, como protagonistas, una docena de artistas que dan alma a la colección de la galerista alemana. Entre los espectadores, caras conocidas del papel cuché como Rosario Nadal, ex de Kiryl de Bulgaria, que llegó acompañada por Helga de Alvear y vestida de blanco acorde con las paredes del centro.

Como si se tratara de un programa en directo, Hans Ulrich Obris, director de Proyectos Internacionales de la Serpentine Gallery de Londres, dialogó con los autores a la luz de los focos ante un auditorio de más de 300 personas, que escucharon también la experiencia de los arquitectos Tuñón y Mansilla, diseñadores del proyecto de rehabilitación de la Casa Grande.

Cristina Iglesias, Santiago Sierra, Angela Bulloch o Thomas Demand formaron parte de la nómina de artistas fetiche de Helga de Alvear que ayer desfilaron por el escenario para mostrar sus conocimientos al público gracias a la traducción simultánea. La jornada concluyó anoche con una cena de gala guardada con celo en Atrio, a la que estaba previsto que asistieran, entre otros, el arquitecto británico Norman Foster y la doctora Ochoa, el expresidente Ibarra y artistas, con Alvear de anfitriona.

Mañana, día de puertas abiertas en el centro de 10 a 21 horas, los ciudadanos podrán disfrutar por fin de la nueva joya de la capital cacereña.