Son cacereños y buenos con los números y con las operaciones. Disfrutan de ellas y, por eso, representarán a la región en las Olimpiadas nacionales de Matemáticas, que se celebrarán en Santander durante la última semana de junio, tras haber sobresalido en las locales, primero, y en las regionales después. Se llaman Elena Rodríguez Tejado, estudiante del Instituto El Brocense, y Rodrigo Antonio Salado Ferrero, del San Antonio de Padua y cursan segundo de ESO.

"Primero realizamos una prueba en la ciudad. Ahí seleccionaron a 30 alumnos de Extremadura", cuenta Elena Rodríguez. El examen consistió en cuatro problemas Uno de geometría, uno de ecuaciones, otro de teoría y uno de formar números. El mismo formato se repitió en la preselección regional. "Fue en Castuera y sólo nos cogieron a tres. Pero a mí me pareció más fácil ese que el primero que nos hicieron", reconoce Elena.

Para Rodrigo, en cambio, resultó más difícil la primera que la segunda. "Estuvimos un fin de semana en Castuera y nos lo pasamos muy bien. La verdad es que no me esperaba pasar de ronda porque todos los que estábamos allí éramos muy buenos", recuerda, aunque admite sus gustos por la lógica y las matemáticas desde bien pequeño. "Siempre ha sido una de mis asignaturas favoritas porque no hay que memorizar nada a la hora de estudiar. Eso la diferencia del resto", explica el alumno del San Antonio de Padua.

Para prepararse, ambos han recurrido a la ayuda de sus maestros y de sus compañeros de clase. "Los profesores nos daban fichas de problemas de otros años. Nos los preparábamos juntos todos los que nos presentábamos", rememora Elena."Yo, en Castuera, hice lo mismo que había ensayado antes con ellos y me fue bastante bien", confirma Rodrigo.

Ambos afirman que, pese a su afición a los números, también disfrutan al realizar otras actividades. A la alumna de El Brocense le gustan los idiomas, la música, el teatro y también "muchas más cosas". El del San Antonio de Padua va un poco más allá, y aunque se confiesa aficionado al deporte o a salir con los amigos, ya ha pensado cómo enfocar en un futuro su vida profesional. "Desde pequeño sé que quiero dedicarme a algo relacionado con las matemáticas. Una ingeniería quizás, como la aeroespacial...", manifiesta.

Con todo, ambos piensan ya en la prueba que van a realizar en Santander y en realizar un buen papel por tierras cántabras. "Yo lo que espero es pasármelo bien y hacerlo lo mejor que pueda, aunque en la fase nacional habrá mucho nivel", dice Salado. En la misma línea, Elena se expresa con humildad. "Yo no sé cómo me va a ir. Todos los que hemos llegado ahí somos más o menos buenos". Tras Cáceres y Castuera, ya sólo queda una última fase, un empujón para intentar conseguir una medalla de oro. Una matrícula de honor olímpica en matemáticas.