TRtecuerda como si fuera ayer, cuando Cáceres vivía dos ferias. la de San Miguel y la de San Fernando. En ambas, su padre le llevaba de la mano por lo que hoy es la barriada de los Fratres, y que entonces era "recinto" ferial. La noria se erigía, imponente, a sus pies, y no salía de su asombro cuando ésta comenzaba a funcionar, no pudiendo evitar acompañar con los ojos el giro casi hipnótico de la gigante rueda.

Como si fuera un ritual, primero montaban en el carrusel, y después tiraban a la diana con escopetas de mira desviada (o, al menos, eso era lo que su padre le explicaba que sucedía si erraba el tiro). Tras pasar por el puesto de vino dulce, en el que mojaba algún que otro barquillo, jugaban a las carreras de camellos, compraban algodón de azúcar, láminas de coco humedecidas, roscas de churros y más de un boleto en la tómbola que nunca salía premiado. Si había carpa, iban al circo, y se reía a carcajadas con payasos de rostro blanco, nariz roja y zapatos inmensos de colores chillones.

Pasaron los años, y vivió la supresión de la feria de septiembre, y el cambio de ubicación. Quedaba con su pandilla de amigos, y tras esquivar todos los sitios que antes frecuentaba, se dirigía a las casetas para bailar- Allí conoció a la que después se convirtió en su mujer, y sintió que al fin la tómbola le había dado un premio.

Ahora es él quien lleva a sus hijos de la mano por el ferial, y añorando aquellos años pasados, realiza el mismo ritual que hacía junto a su padre. En esencia, parece que nada ha cambiado cuando descubre en los ojos de los niños la misma fascinación que él experimentaba antaño; pero en realidad, es consciente de su evolución.

Las ferias de San Fernando comenzaron hace tan sólo dos días en Cáceres, y miles de ciudadanos pasarán por ella a lo largo del fin de semana. Ya sea en el recinto ferial, visitando cada una de las casetas que han apostado por abrir (¡olé por los emprendedores que las regentan!); o ya sea en los establecimientos que ofrecen dentro de la misma ciudad una "feria de centro" (una apuesta que cada año tiene más éxito); les animo a que no se queden en casa, y disfruten de estos días de fiesta, rememorando tiempos pasados, y creando recuerdos nuevos.