Angel Díaz emprendió su aventura como cooperante en Ecuador el pasado 4 de agosto, la primera vez que entró en la plaza de la Independencia en Quito los niños limpiabotas de tan solo cuatro o cinco años de edad, tiznados por el betún, le mostraron la más dura realidad del país, pero la sonrisa de esos niños también le hizo comprender las ganas de este país latino por salir adelante, pidiendo para ello un técnico experto en nuevas tecnologías.

Díaz trabaja para el Plan de Alfabetización Tecnológica y Software Libre de Extremadura, y su labor en Ecuador ha sido asesorarles en la organización y redacción de proyectos que tienen su base en las nuevas tecnologías para el desarrollo rural. En este aspecto le ha sorprendido el contraste de desarrollo de las zonas, y así en la amazonía apenas hay aplicaciones tecnológicas e internet no llega a muchos sitios y otras comarcas como el Pelileo tienen varios telecentros y un proyecto para implantar wifi en todo el municipio y crear la administración electrónica.

Pero uno de los problemas, indica, es que "muchas veces no ponen en valor los recursos que tienen", y su labor ha consistido en dinamizar los telecentros para que los ciudadanos participen en ellos. "Mis dos palabras en el trabajo han sido: lo primero la motivación y después capacitación", comenta.