Puesto que estamos a las puertas de un nuevo año he cumplido con el deber de ponerme unas metas que supongan unas reformas en mi vida. Que falta le hacen la verdad.

1. Dejar de fumar. Este año sí que va en serio. Primero por la dichosa ley y sobre todo por el acoso familiar. Resulta que mi mujer no me deja hacerlo en casa porque es "su centro de trabajo" y me obliga a fumar en la terraza. Sospecho que pretende que muera de pulmonía.

2. No discutir con mi esposa. Esto no se me ha ocurrido a mi sino a ella, que es muy lista. Pues lo que dice ella: "¿Para qué discutes conmigo, das voces y dices palabrotas si al final se hace lo que yo mando?".

3. No criticar a Saponi. Es una medida de prudencia porque mucho bache, mucho ´botellón´, mucho cemento, mucha basura, mucha deuda municipal, pero al final obtiene mayoría absoluta.

4. No criticar a Ibarra. Para no hacer el imbécil. Porque todo el mundo habla mal de él; que si ´el barbas´, que si ´el bellotari´, que si el AVE, que si las listas esas en las que estamos los últimos y resulta que cada elección aumenta sus votos.

5. No aconsejar a mis hijos ni decirles "a tu edad yo no tenía casa ni coche ni..." o "mi padre me dio cien pesetas cuando me casé...", (pues por fin me he dado cuenta de que no me hacen caso), y continuar pagando la hipoteca de mis hijos, el coche de mis hijos, los viajes de mis hijos...

¡Alto! Creo que no voy a seguir con los buenos propósitos y me parece que al nuevo año y a los propósitos les van a dar... ¿Se puede vivir sin fumar, sin discutir con la esposa, sin criticar a Ibarra y Saponi y sin echarles en cara a tus hijos que están muy protegidos mientras tú te has hecho a ti mismo?