TEtra necesario endurecer la normativa y con ella Extremadura se convierte en la región con mayor control de sus cargos públicos" decía José Antonio Monago.

Por un lado es triste escuchar estas declaraciones del presidente, pues indica que hay desconfianza hacia los gobernadores por parte de la sociedad. Motivos y antecedentes para dudar no faltan.

Pero por otro lado, se agradece la búsqueda de honestidad. Estos cambios nos convierten en una sociedad más evolucionada porque busca la igualdad y la justicia. Una ley razonable que limita la codicia de los que anteponen los intereses propios a los intereses generales.

La política, principalmente, es una rama de la moral y se ocupa de resolver los problemas de la convivencia colectiva, por lo tanto, ha de tenerse en cuenta que no estamos hablando de un negocio individual, cuyo fin no ha de ser lucrativo. No es muy legítimo que sea la forma de enriquecerse de alguien.

Fraga, Ibarra son ejemplos de otra época, de otros años donde la sociedad era muy diferente a lo que es hoy día, pero sin embargo; las leyes siguen siendo muy parecidas a lo que eran entonces, y no puede ser una descompensación entre una sociedad evolucionada y unas normas obsoletas.

Pero nuestra sociedad, queridos lectores, tampoco está exenta de desconfianza. Motivos y antecedentes para dudar, tampoco nos faltan. Ser una sociedad evolucionada y preparada no es un hecho que se gane simplemente porque lo digamos, o aparentemos serlo.

En el mundo de la interpretación hay un método llamado "Stanislavski" un sistema de actuación para que los actores sean dueños de su arte. Es decir, no han de interpretar, han de ser las carnes del personaje y no parecer que son, si no vivir el personaje. La clave está en el verbo ser.

Está claro que dentro de una persona (ya sea político o no) hay unas intenciones, las cuales salen a la luz tarde o temprano: Un criminal no deja de serlo si se mete a cura, es más, no habría mejor forma de ocultar su carácter malévolo que simulando que es un hombre de bien.

Individualmente, si queremos más justicia e igualdad, cada uno de nosotros convendría endurecer nuestras propias normativas personales, y tener un mayor control sobre las decisiones que tomamos en nuestra vida, como plantea Monago. Ser más honestos, decentes, justos pues al fin y al cabo nuestra vida también es la vida de los demás.